Desde la compra de medios de comunicación, hasta asfixiar periódicos con el chantaje del papel. Desde la muy retorcida Ley Resorte hasta sanciones pecuniarias hechas a la medida. Desde el forjamiento de delitos mediante una justicia cómplice, hasta allanamientos, golpes y porrazos o decomiso de equipos, no se han privado en estos veinte años de hacer lo que sea necesario para someter a quienes pretenden cumplir con su labor de difundir información independiente a la ciudadanía.