1. Hay una progresión lenta del número de estudios sobre riesgos y crisis, que antes apenas se consideraban.
2. Prevalecen las muestras en escenarios ficticios o experimentales más frecuentemente con estudiantes.
3. Las plataformas más examinadas son Twitter, Facebook, los blogs y Youtube. En menor grado y en orden decreciente los “Message boards” o Foros, Instagran y Wikis. Con diferencias contextuales y funcionales, los medios tradicionales siguen siendo más creíbles en términos generales que los “social media” por la percepción de su profesionalismo y curaduría.
4. Entre las instituciones y actores más analizados aparecen los ciudadanos, en general, los gobiernos, las empresas e industrias y los estudiantes. Otras instancias significativas son las ONG, los periodistas, los relacionistas públicos y las organizaciones educativas.
5. La mayor parte de los estudios están en inglés y se concentran en asuntos de Norteamérica, Oeste de Europa y Este de Asia. Las referencias a Sudamérica o África responden a otros paradigmas de riesgos y conflictos, vinculados al desarrollo (igualdad de acceso, diversidad cultural…).
6. Apenas una docena de los doscientos estudios mencionan el término “digital divide” (separación, brecha, asimetría) y no llegan a un tercio los que analizan las combinaciones y complementariedad entre medios tradicionales y nuevos.