Investigación venezolana en mediaciones digitales (2008-2018)		–apuntes para un estado del arte–
Investigación venezolana en mediaciones digitales (2008-2018) –apuntes para un estado del arte–

AUTOR: Carlos Delgado Flores

En este texto el autor revisa un conjunto de investigaciones (trabajos de grado) realizados en las escuelas y postgrados de Comunicación Social de dos universidades venezolanas en un periodo de diez años, para dar cuenta de un cuerpo de tendencias que se enmarcan en el proceso que denomina como “normalización de la noción de mediación”, y que constituyen el punto de partida para un estado del arte del campo de estudios que visto desde una perspectiva epistemológica, pueda proyectarse de cara a las tendencias que se configuran en este cambio de época que marca el surgimiento de la sociedad del conocimiento

Abstract

In this text the author reviews a set of research (degree works) carried out in the schools and postgraduate programs of Social Communication of two Venezuelan universities in a period of ten years, to give an account of a body of tendencies that are part of the process that called “normalization of the mediation notion”, and that constitute the starting point for a state-of -the-art field of studies that seen from an epistemological perspective, can be projected in face of the trends that are configured in this change of time marks by emergence of the knowledge society.

Tres son los tiempos, presente de las cosas pasadas, presente de las presentes y presente de las futuras. Porque estas tres presencias tienen algún ser en mi alma, y solamente las veo y percibo en ella. Lo presente de las cosas pasadas, es la actual memoria o recuerdo de ellas; lo presente de las cosas presentes, es la actual consideración de alguna cosa presente; y lo presente de las cosas futuras, es la actual expectación de ellas. Si me es permitido hablar así, veo ya los tres tiempos y confieso que los tres existen. Puede decirse también que son tres los tiempos: presente, pasado y futuro, como abusivamente dice la costumbre; dígase así, que yo no curo de ello, ni me opongo, ni lo reprendo; con tal que se entienda lo que se dice y no se tome por ya existente lo que está por venir ni lo que es ya pasado. Porque pocas son las cosas que hablamos con propiedad, muchas las que decimos de modo impropio, pero que se sabe lo que queremos decir con ellas. (San Agustín, Confesiones. XI, XX, 26).

Vengo del futuro… (Marthy McFly, Back to the future, 1985)

Introducción 

La mediación como metadescriptor

Para la investigación en comunicación social, el concepto mediación es pivotante. A un tiempo, sintetiza en forma descriptiva el conjunto de prácticas asociadas a la comunicación social, de manera tal de trascender la versión que da cuenta de ellas como funciones dentro del cuerpo social, dispuestas a la búsqueda de efectos por parte de los receptores/perceptores (Martín Serrano); pero a la vez preserva la perspectiva crítica que las evalúa como participantes de un modo de producción, donde las asimetrías de capital quitan legitimidad a estas mismas prácticas en una perspectiva de la Modernidad que la entiende como la ideología del capitalismo (Wallerstein,2013) y donde los procesos de intercambio y capitalización (Baudrillard, 1999; Bourdieu, 1997), de construcción de valor por parte de los mediadores en tanto que constructores de discurso (Martín Serrano, 1977), o por parte de las audiencias empoderadas de sus propias estrategias de producción simbólica (Barbero, 1987; Orozco, 1991; De Certau, 1999),  construyen la trama de significaciones que desde la perspectiva de los estudios culturales podemos entender como cultura (Weber, 1922; Geertz, 1973), imaginario social (Castoriadis, 1989) o semiosis social (Veron, 1987), entre otros enfoques destacables.

La mediación ha sido eficaz para dar cuenta hasta ahora, de la complejidad de la comunicación social en tanto relación de consaber (Pasquali, 1978), tanto de manera comprehensiva, en su generalidad antropológica, como de manera analítica, en el cuerpo de las disciplinas, campos de estudio y enfoques teórico-metodológicos tanto de la producción de comunicación social como de su investigación. Sin embargo, la emergencia de la comunicación en el entorno digital, de la mano de los procesos que vienen caracterizando esto que comenzamos a reconocer como un cambio de época para el proyecto civilizatorio: la crisis de la globalización liberal, la cuarta revolución industrial, la emergencia de la sociedad del conocimiento y la urgencia del desarrollo sustentable, requieren de nuevas teorías y nuevos métodos que, preservando los avances de la tradición heredada, abran nuevas perspectivas para la investigación de la comunicación. 

De allí que pueda considerarse que, más allá de un descriptor de tematizaciones, la mediación resulta sintética para traer al presente el acto de comunicar y sus distintas traducciones lexicales, distribuidas a lo largo de la tradición heredada de los estudios de comunicación social y su vinculación al conjunto de prácticas que dan cuenta de la experiencia humana contemporánea, el alegato antropológico fundamental al cual alude Lluis Duch (2002). Y poseer “metadescriptores” es de utilidad cuando se trata de comparar la evolución de un campo de estudios con las perspectivas que un cambio de época puede abrir para la evolución de esos mismos estudios: cuando se hace balance y se trazan perspectivas. 

Se trata, acaso, de explorar el territorio de la producción científica de una manera atenta: rastreando la posibilidad de encontrar ejes de transformación que den cuenta de posibles cambios paradigmáticos, siguiendo una ruta inversa a la que reporta Thomas Kuhn en La estructura de las revoluciones científicas (1998) y en vez de pasar de una primera fase, precientífica, en donde se acepta un paradigma a una segunda, donde se normaliza la investigación que tal modo de distinguir lo normal, lo estandarizado, lo establecido en su veridicción (Foucault, 1984) de las anomalías, aquellas conjeturas que rompen las regularidades discursivas, que brotan de los intersticios de los discursos vistos desde su genealogía (Foucault, 1984) y aparezcan nuevas conjeturas que reúnan en torno a sí nuevas teorías (fase revolucionaria), se retroceda desde el presente de las transformaciones del cambio de época, hasta la consolidación de una tradición, en este caso representada por la noción de mediación.

En las líneas que siguen, se ofrecen elementos para un estado del arte en la investigación en mediaciones digitales, construido a partir de la revisión de un conjunto de trabajos de grado tanto de pregrado como de postgrado, realizados entre 2008 y 2018. La selección, si bien es parcial, comprende a la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, la Maestría en Comunicación Social de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV, nucleada en el Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco), la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello, la Maestría en Comunicación Social y la Especialización en Publicidad de la UCAB. 

Se trata de una selección que, aunque incompleta, permite orientar grosso modo, las líneas seguidas para la normalización de la noción de mediación en la producción de investigaciones en dos de las escuelas de comunicación social más antiguas del país. Cuantitativamente, la selección se distribuye atendiendo a las temáticas constituidas en las prácticas de producción de comunicación social, y sus volúmenes pueden apreciarse en el gráfico 1.

Gráfico 1. Clasificación temática de investigaciones en mediación digital 

UCV/UCAB (2008-2018)

Gráfica 1

Fuente: el autor (2019).

La normalización de la noción de mediación en el campo de estudios de la comunicación social

Una primera mirada al proceso de normalización de la idea de mediación, y su aplicación al estudio de la comunicación digital lleva a inscribirla en la tradición de los estudios de comunicación social, atendiendo a los paradigmas vigentes: el funcionalista, el crítico y los estudios culturales. Esta inscripción lleva a que las teorías para comprender la operación de mediación, sean las propias de los paradigmas vigentes en el campo de estudio; a que dada la novedad de los fenómenos de la comunicación digital y a no disponer de un repertorio de teorías con suficiente capacidad explicativa que a la vez preserven los complexus de sentido de los fenómenos, la mayoría de las investigaciones revisadas no trascienden de un nivel descriptivo de aproximación a su objeto de estudio. 

La normalización ha inscrito el concepto de mediación en el cuerpo de problemas tradicionales del campo de estudios que se han formulado, a su vez, siguiendo la lógica de agrupar el trabajo de los investigadores noveles bajo la tutoría de investigadores expertos en las áreas de especialización, comúnmente concebidas como líneas de investigación. Los investigadores expertos se consideran herederos de la tradición del campo de estudios y proponen el abordaje de los temas y el acompañamiento en el desarrollo de la investigación a partir de las elecciones teórico-epistemológicas de la tradición, del repertorio de teorías y metodologías disponibles y de las heurísticas con eficacia comprobada, adecuada a cada problema de investigación.

Las líneas de investigación no suelen poseer carácter interdisciplinario o transdisciplinario, de allí que estas dependan en gran medida del repertorio disponible, adoptado por cada investigador según su vocación profesional y su comprensión del modo en que su investigación hace parte del conjunto del campo de estudios de la comunicación social, al cual no se le concibe como disciplina por no contar con un marco epistemológico propio, sino derivado de otros campos del conocimiento. 

Las líneas de investigación no suelen poseer carácter interdisciplinario o transdisciplinario, de allí que estas dependan en gran medida del repertorio disponible, adoptado por cada investigador según su vocación profesional y su comprensión del modo en que su investigación hace parte del conjunto del campo de estudios de la comunicación social, al cual no se le concibe como disciplina por no contar con un marco epistemológico propio, sino derivado de otros campos del conocimiento. 

Erik Torrico (2004) describe el campo de estudios como el resultado de la interacción entre matrices teórico-sociales (prefiere este concepto, citando a Kuhn, en lugar del de paradigma, también en Kuhn 1998), abordajes comunicacionales, y enfoques/teorías de rango medio. Y ello se corresponde con la conjetura trazada por Jesús María Aguirre (1999), de dos panoramas de avance para las ciencias de la comunicación: el arborescente y el rizomático. El primero, lógico formal, inductivista, cartesiano, causal/correlacional, regido por el sujeto trascendental kantiano, que es un sujeto abstracto, ideal, enunciador de predicados lógicos y recurso de la objetividad científica sin paréntesis (Maturana, 2001), y el segundo:

… más ajustado a la teoría del caos y del principio de incertidumbre, apoyaría la tesis de que las diversas ciencias de la comunicación se constituyen con cierta autonomía, estableciendo relaciones rizomáticas según los problemas que intentan solucionar a partir de interpretaciones disciplinares desde una óptica centralizada por la economía política: poder, cuerpo, producción / reproducción, etc. (Aguirre, 1999)

Así pues, partiendo de ontologías de la comunicación que la conciban alternativamente como flujo de información que genera un efecto, como sustracción de valor en una relación de intercambio, como interacción en un plano simbólico o como una conversación entre distinciones en el mundo de la vida, la investigación requiere epistemologías en correspondencia que ordenen el tipo de razonamiento, operen diversos tipos de operaciones argumentativas,  permitan elegir el repertorio de teorías disponibles nucleadas en los paradigmas y los métodos, metodologías y técnicas adecuados a cada objeto de estudio construido. La mediación en la comunicación digital no constituye una excepción, aun cuando pueda tratarse de objetos complejos de los cuales no pueda darse cuenta con explicaciones de carácter reductivo. Una versión sucinta de los paradigmas dominantes y su aplicación puede apreciarse en el cuadro 1 y en el gráfico 2.

Cuadro 1. Paradigmas dominantes en investigación en Comunicación Social

 

Paradigma positivista

Paradigma interpretativo

Paradigma crítico

Características principales

La realidad es objetiva. Estudio de variables. Formulación de leyes generalizables.

Estudio del significado. Estudio de reglas.

Reflexión crítica como proceso científico. Los datos son complementarios de la reflexión. Análisis del poder.

Finalidad de la investigación

Explicar, predecir, controlar los fenómenos, verificar las teorías.

Comprender, interpretar la realidad, los significados, las percepciones, intenciones y acciones.

Identificar potencia de cambio. Emancipar el sujeto. Analiza la realidad.

Relación sujeto (investigador) / objeto de estudio

Independencia. Neutralidad. Investigador externo.

Dependencia.

Implicación del investigador.

Interrelación.

Relación influida por el compromiso de cambio. El investigador  es un sujeto más.

Teorías

Estructural-funcionalista.

Escuela de Palo Alto. Interaccionismo simbólico. Construccionismo. Etnometodología. Fenomenología. Semiótica.

Escuela de Frankfurt. Economía política. Estudios culturales.

Técnicas más usuales

Se apoya en datos cuantitativos: encuestas, análisis de contenido, observación sistemática, experimentos.

Se apoya en datos cualitativos: entrevistas en profundidad, historias de vida, grupos de discusión, análisis de discurso.

Se apoya en la reflexión teórico-crítica: observación, historias de vida, entrevistas en profundidad, análisis de discurso.

Fuente: Del Río (2011).

Grafico 2. Vectores para la construcción del objeto de estudio en la comunicación dialógica mediada en el entorno digital

Gráfico 2

Así pues, hay una perspectiva general para la normalización. Conviene ahora apuntar cómo ocurre el proceso a lo interno del campo. Al agrupar el conjunto de tesis analizadas, según sus descriptores, se obtuvo una clasificación ad hoc de doce áreas de aplicación. Se revisan a continuación.

1. Políticas públicas y gobierno electrónico

A partir del reconocimiento de la comunicación como un derecho que actualiza la libertad de expresión, el acceso a la información y la libertad de prensa, y la necesidad de que el Estado constituya garantías de derecho, la mediación digital se va entendiendo bajo la lógica de rediseñar las comunicaciones de estado, abriendo espacios que permitan transformar la conversación digital sobre temas de interés público, en políticas públicas conducentes a convertir esas conversaciones en acciones vinculantes al Estado y a la ciudadanía. Así se encuentran investigaciones que estudian la evolución del gobierno electrónico y su transformación en gobierno abierto; los procesos de transparencia y rendición de cuentas, así como investigaciones que revisan las políticas públicas de acceso a Internet, de manera comparativa con otros países de la región. La mediación se concibe como producción social de comunicación.

2. Comunicación organizacional digital

Tomando en consideración a las redes sociales como espacios privados que pueden volverse públicos conforme la temática de la conversación digital lo sea, surgen para las organizaciones contemporáneas dilemas que parecen apuntar hacia la necesidad de trascender la comprensión de Internet y redes sociales como “un canal más”. Así, se encontraron investigaciones que exploran la noción de Comunicaciones Integradas de Mercadeo como punto de partida para diseñar estrategias de conversación digital en redes, para evaluar el branding de sitios web de organizaciones (canales de TV, en el conjunto revisado) o de instituciones de la administración pública. La mediación se concibe como producción social de comunicación.

3. Branding digital

Dado que la conversación entre audiencias ciudadanas en el entorno digital posee escala relacional directa (1×1), la construcción de marcas y el desarrollo de comunicaciones publicitarias valora las distinciones hechas por la audiencia como una recomendación boca a boca, y pide desarrollar líneas estratégicas que comprendan de manera sistémica el desarrollo de la promoción de marca. En el cuerpo de investigaciones revisadas se encontraron dos trabajos de estrategia para branding digital. La mediación se concibe como producción social de comunicación.

4. Formación de opinión pública digital / Ciberactivismo

Se trata de una de las áreas de trabajo con mayor productividad dentro del conjunto de trabajos revisados. Se estima que ello puede deberse a que aúnan los estudios de una retórica periodística tradicional, concebida para construir ciudadanía y coadyuvar a la gobernabilidad, con los usos de la conversación ciudadana digital y su conversión en acción política institucional o parainstitucional. Los trabajos recopilados cuestionan la eficacia de la agenda setting como factor clave para la construcción del relato cotidiano que enmarca la producción de opinión pública, al igual que los apoyos –directo y/o difuso– a nociones vitales para la política contemporánea; revisan tópicos, pragmáticas discursivas y, asimismo, activismo tematizado y articulado en la conversación digital. La mediación se concibe como estrategia de la audiencia ciudadana en interacción con la producción social de comunicación.

5. Gestión de medios de comunicación digitales

Los trabajos analizados parten de la noción de convergencia digital, concebidos como parte de un proceso de transformación de medios industriales, y de su adaptación a un entorno digital que demanda transformaciones profundas en los modelos de negocio y en la (re) comprensión de su rol político en los sistemas contemporáneos de gobernabilidad. La mediación se entiende como producción social de comunicación.

6. Producción multimedia e innovación

En este grupo se reúnen tanto trabajos de elaboración de medios digitales con narrativas transmedia, como exploraciones a las innovaciones en el desarrollo de interfaces. Es el segundo grupo más numeroso y se explica por cuanto permiten al investigador poner en perspectiva una investigación de campo, comúnmente mercadológica y etnográfica, para caracterizar el público meta y en función de sus características resaltantes, diseñar y desarrollar un proyecto. La mediación se entiende como producción social de comunicación.

7. E-learning / Edutics

Esta área, interdisciplinaria por antonomasia, reúne investigaciones que desarrollan interfaces y contenidos para la educación a distancia basada en el entorno digital, e igualmente otras que incorporan las Tecnologías de Información y Comunicación para el desarrollo de competencias cognitivas y/o simbólicas en los procesos de enseñanza- aprendizaje. La mediación se entiende como estrategia de la audiencia desarrollada con acompañamiento docente mediante procesos formativos.

8. Consumo cultural / Representaciones sociales en el entorno digital

La emergencia de los estudios culturales y su preocupación por la definición de identidades acoge la idea del consumo como lógica de apropiación de conocimiento y de fijación de prácticas identitarias para emplearla en el estudio de la construcción de identidades en el entorno digital, y asimismo, la forma como los sujetos sociales atribuyen rasgos a fenómenos a partir de las dinámicas de conversación digital. La mediación se entiende como estrategia de la audiencia a partir de las conversaciones.

9. Perfiles profesionales

Se anota en esta área la indagación sobre nuevos perfiles profesionales, así como las nuevas formas de desarrollo de la actividad laboral, en específico, el community manager como perfil emergente, y el teletrabajo como dinámica de relación laboral, también emergente. La mediación se concibe como producción social de comunicación.

10. Nuevos enfoques teóricos

En esta área se anotan exploraciones en el repertorio de las teorías disponibles, a la búsqueda de elementos transicionales que permitan incorporar nuevos abordajes y nuevas perspectivas para la construcción de conocimiento sobre los fenómenos de la comunicación digital. En algunos de los trabajos examinados se revisa el alcance de la mediación como noción de frontera.

11. Estudios etnográficos-sociológicos de comunidades virtuales

Los estudios de comunidades virtuales revisados, las abordan desde el repertorio de la tradición de los enfoques antropológicos, de la sociología de la cultura y de los estudios culturales, para caracterizar los fenómenos de construcción de comunidad en el entorno digital. La mediación se concibe como estrategia de la audiencia.

12. Comunicación pública de la ciencia

Se examina el contenido de divulgación científica disponible en el repertorio diverso de la conversación digital y se le acota como una especificidad de importancia para el campo de estudio que permita calibrar su evolución como compromiso de transformación social. La mediación se concibe como producción social de comunicación.

Y más allá: la hipermediación en el comienzo de una comprensión compleja de la comunicación digital

Lo que pueda trascender a partir de estas anotaciones para un estado del arte de la investigación en mediaciones digitales quizás sea que la normalización de la idea de mediación ancla la ruta de sentido para la construcción de una ruta de investigación transdisciplinaria e interdisciplinaria, que apunta hacia la noción de hipermediación.

En 2008, Carlos Scolari publica su hoy afamado texto Hipermediaciones: elementos para una teoría de la comunicación digital, allí brinda esta definición:

Al hablar de hipermediación no nos referimos tanto a un producto o un medio sino a procesos de intercambio, producción y consumo simbólico que se desarrollan en un entorno caracterizado por una gran cantidad de sujetos, medios y lenguajes interconectados tecnológicamente de manera reticular entre sí. (Scolari, 2008:113-114)

La definición apunta hacia la necesidad de trascender la idea de mediación y su deriva vectorial que parece ir desde aquella concepción introducida en los 70 del siglo XX por Manuel Martín Serrano (1977) que la describe como la acción del productor social de comunicación, hasta la idea de Jesús Martín Barbero, primero, y de Guillermo Orozco, después, de la mediación como estrategia de la audiencia. Trascender esta noción, para concebir, acaso, a la comunicación social como un complejo de procesos hipermediales, donde lo reticular deviene molar, en la idea de Pierre Levy (2004) de la necesidad de un cambio de escala en el análisis de los componentes de los procesos. 

En otros textos (Delgado, 2011, 2015) se ha señalado la necesidad de dar cuenta más completa de los fenómenos que involucran lo comunicacional en esto que ya viene conociéndose como un cambio de época. Así se han acotado, entre otras opciones posibles, descentrar la episteme de la comunicación de la sociología, admitir enfoques desde otras disciplinas o transdisciplinas, reconocer tendencias en los estudios y hacer prospectiva de los saberes que, al dar cuenta de la experiencia humana, permitan encontrar los puntos de fuga por donde, acaso, está por emerger una revolución científica en el campo de estudios de la comunicación social.

Investigar las hipermediaciones es un punto de partida para volver al futuro. Pasa por definir entornos de investigación interdisciplinares y transdisciplinares, apostar por una episteme compleja (Delgado y Hernández, 2007) que conciban los procesos de comunicación como una dinámica de múltiples entradas y salidas, a los cuales es menester comprender antes de poderlos explicar.