Este segundo asesinato de un periodista, después del de Pétion Rospide (Radio sans Fin), el 10 de junio de 2019, se produce en un contexto de graves tensiones en Haití: durante varios meses, las protestas, a menudo violentas, se multiplican en todo el país contra el presidente Jovenel Moïse, implicado en casos de corrupción. Los periodistas haitianos son particularmente vulnerables y regularmente atacados durante estos eventos.