“Papá, ¿podrías explicarme por qué funciona tan mal la humanidad?”. Frases demoledoras como esta fueron usadas en muchas viñetas de Mafalda, que acostumbraba a desajustar los esquemas del adulto, en este caso, su padre, con cuestiones morales aparentemente sencillas, pero muy difíciles de contestar. La respuesta se produce, como siempre, desde el humor, aunque sin dejar indiferente.