En situaciones de ataques en línea, Stapley sugiere algunos pasos para aumentar la seguridad. La primera recomendación es verificar qué información sobre la persona está disponible públicamente en internet para luego tomar medidas para eliminar o controlar esos datos. Otra pauta es hacer que las cuentas sean más seguras para evitar la piratería. Entonces, Stapley enseña cómo crear contraseñas seguras y habilitar la verificación en dos pasos, por ejemplo. También aconseja a la periodista que hable con amigos y familiares, sus contactos más cercanos, sobre los riesgos que corren y cómo pueden protegerse.
“A menudo, si no pueden atacarte, perseguirán a tu familia. [Por eso es importante que] no solo les digas [cómo aumentar la privacidad de sus cuentas de redes sociales], a menudo tienes que sentarte y hacer eso para ellos, porque las generaciones mayores no entienden qué es la información pública en línea”, explicó Stapley.
Comentó que los periodistas buscan el servicio de manera extraordinaria, después o durante un ataque. Y por eso, Stapley termina brindando también una especie de apoyo emocional que, según ella, ocupa la mayor parte del tiempo de consultoría.
“Es inevitable. Cuando las personas llaman para hablar sobre el caso, no solo hablarán sobre el aspecto de la seguridad digital. Incluso si les digo, ‘por favor, no tienen que revivir el trauma, solo concéntrese en los elementos de seguridad digital’, es casi imposible que logren hacer eso. A menudo necesitan contarme la historia completa”, relató.
Esto se debe a que muchas mujeres que llaman a Stapley acaban de ser arrestadas, sus cuentas han sido pirateadas o han recibido amenazas de muerte o violación, por lo que es natural que estén emocionalmente conmocionadas. “Por eso trato de dar consejos que sean fáciles de seguir, que sean lo más simple posible, porque cuando estás en ese estado de ánimo es muy difícil practicar la seguridad digital”, dijo.
Stapley cree que esta es una característica común del servicio personalizado, la necesidad de escuchar la historia de los periodistas con calma y brindar cierto consuelo emocional. Si bien, por un lado, hace que este tipo de servicio lleve más tiempo, por otro lado, lo hace más eficiente en situaciones de emergencia, comentó Hoffman.
“Creo que es importante contar con este apoyo individual, porque aunque hay mucha capacitación digital, recursos y guías disponibles [en internet] relacionados con el acoso en línea, si estás en medio de un ataque específico, es un poco difícil saber por dónde empezar y puede hacerte sentir muy abrumado”, dijo.
Para pensar en otras formas de abordar el acoso en línea y las acciones de prevención, la IWMF organizó una coalición que fue lanzada formalmente a mediados de este año para unir esfuerzos, mapear recursos ya disponibles y descubrir las brechas para fortalecer el sistema de apoyo a las mujeres periodistas. En el ámbito de la prevención, la IWMF ha invertido en capacitación, como el curso de inglés en línea gratuito del Centro Knight, “Acoso en línea: estrategias para la defensa de periodistas”, que comienza el 16 de noviembre y ya está abierto para inscripciones.