Imaginemos que queremos aprender un nuevo idioma. Dicen que cada idioma es una cultura, una forma de pensar, y para poder familiarizarse con él debemos consumir más contenido en ese idioma como ver películas, series, leer, conversar con otras personas, fijarse en la construcción de oraciones, en la entonación, y un largo etcétera. Eso mismo ocurre con los memes: la cantidad de memes que logras entender es directamente proporcional a la cantidad de contenido que consumes en Internet. El meme no es solo el video, la imagen o la frase que compartimos sino la referencia que tienen en conjunto y la posibilidad que tenemos de adaptar ese mismo producto a diferentes formatos en diferentes momentos.