Grace Lafontant
Fotografìas: Manuel Sardá
SUMARIO
El pasado 8 de julio, en la Universidad Católica Andrés Bello, se llevó a cabo una tertulia entre estudiantes de esa casa de estudios –ubicada en Caracas– y periodistas quienes guiaron la conversación para discutir sobre temas de actualidad en cuanto a política, gustos y por supuesto: Venezuela
Establecer cómo es la vida en un determinado momento requiere de una muestra amplia con diferentes variables cubiertas. Y, aún así, cada persona tendrá una experiencia particular. Desde la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), siete jóvenes estudiantes de pregrado se aventuraron a mostrar cómo viven ellos su día a día; cuáles son sus intereses y cómo es para ellos habitar y transitar por Venezuela, particularmente la Caracas del año 2022.
Futuros egresados ucabistas discutieron el 8 de julio con los periodistas Johanna Pérez Daza (profesora, investigadora del Centro de Investigación de la Comunicación) y Daniel Pabón (docente en la Universidad Central de Venezuela y magister en Ciencia Política). Estuvieron presentes, además, el director de abediciones, docente universitario y periodista, Marcelino Bisbal; y el padre jesuita, doctor en Ciencias Sociales y docente universitario, Jesús María Aguirre, s.j. El resultado fue una radiografía de estudiantes nacidos entre 1999 y 2004, es decir, pertenecientes a la generación Z.
La tertulia comenzó tras una breve presentación de cada participante. Todos demostraron afecto por su carrera y la universidad; además, dieron a conocer sus intereses particulares. Así, Juan Maestre (22 años y estudiante de Psicología), Andrea Abreu (21 años y estudiante de Relaciones Industriales), Kraielyn Sierra (futura comunicadora social de 18 años), David Rueda (19 años, Comunicación Social), Gabriel Balian (18 años y estudiante de Ingeniería Industrial), Carla Zambrano (20 años, Comunicación Social) y Saray Hernández (estudiante de Sociología de 23 años) comenzaron a dialogar con el par de periodistas.
En general, todos son usuarios de redes sociales. Usan, a diario, Instagram, Twitter y Tiktok. De hecho, es a través de ellas donde se recrean, conversan con amigos y familiares, y toman información para saber qué pasa en Venezuela y el mundo. Pocas veces profundizan, pero cuando lo hacen recurren a portales y sitios como El Nacional, Contrapunto, La Patilla, El Diario y Caraota Digital. Los medios impresos, sin embargo, les resultan extraños ya que crecieron en un país que irrespeta la libertad de expresión. Y la mayor parte del grupo afirmó haber deseado conocer los periódicos, estaciones de radio y canales de televisión “de antes”.
Pero, más allá de lo intelectual, para entretenerse les gusta reunirse con amigos, ir al cine y, pocas veces, al teatro o a galerías de arte y museos. Y por el contexto país, particularmente referido a la economía y a la inseguridad, todos prefieren las juntas en casa para cocinar, hablar, cantar, echar cuentos y jugar, que las discotecas y sitios nocturnos. Sí van, empero, a centros comerciales a pasear. Ninguno hace uso de sustancias ilícitas, cuatro de ellos quieren casarse y tres quieren tener hijos.
Pérez Daza y Pabón señalaron que este ejercicio de diálogo aportará mucho para sus investigaciones personales y académicas. Para los lectores, la radiografía, entonces, será clara:
—Johanna Pérez Daza: ¿cómo se ven ustedes, jóvenes, a sí mismos? Y ¿cómo creen que son vistos por los demás?
—Carla Zambrano. Como generación queremos transmitir un mensaje.
—Saray Hernández. Me veo como una persona que le gusta leer y analizar. Me gusta motivar y liderar cualquier plan que salga. Ahora, los jóvenes que vienen después de nosotros nos ven como si estuviésemos desactualizados o que ellos tienen la capacidad de resolver algo más rápido y con mayor eficiencia. Para los que están antes, nos ven como gente que resuelve rápido, aunque no necesariamente de la mejor manera. Es complejo.
—Andrea Abreu. Considero que otras generaciones nos pueden ver como una monótona porque, quizás, no hacemos lo mismo que ellos en su momento. No aprendemos igual y nos pueden ver como inútiles. Pero nosotros tenemos mucho potencial gracias a la tecnología, el acceso a todo. Somos una generación de aprendizaje fácil y continuo.
—Juan Maestre. Leí un hilo en Twitter sobre un estudio que hablaba sobre cómo el coeficiente intelectual ha bajado en nuestra generación a nivel mundial. A mí me parece interesante porque lo analizamos en clase. Sin embargo, no es que la población se está embruteciendo, sino que parece que muchas cosas tecnológicas que necesitaban otras generaciones, nosotros ya no las necesitamos porque tenemos herramientas que nos ha dado la tecnología. Y sí, somos una juventud muy diferente a las otras.
—Gabriel Balian. Nosotros tenemos mucho potencial como jóvenes. Podemos definir el futuro, lo que queremos ser, podemos lograr un montón de cosas. Y en Venezuela, nosotros podemos dar muchísimo a nuestro país que nos necesita. Y pienso que las cosas van cambiando con el tiempo, hablando de las generaciones, algunas son negativas, pero otras traen muchos beneficios a la sociedad.
—C.Z. Somos muy activistas y de alguna forma estamos involucrados con el derecho y la política. Pero también hay una parte muy desinteresada donde nada les importa y los adultos ven eso y tienden a generalizar.
—Daniel Pabón: apelando a la memoria colectiva, ¿qué sienten ustedes que les ha dejado estos 23 años del proceso político que estamos viviendo?
—Kraielyn Sierra. Yo recuerdo más que nada cuando comenzaron las guarimbas. Era un tiempo preocupante porque donde estudiaba quedaba cerca de un punto de concentración. Ahí todo el mundo se mataba y se olvidaron de ellos cuando se disolvió todo. Nunca vi que mejorara nada, y no lo ha hecho. No creo en las personas que dicen que Venezuela se está arreglando, todo sigue decayendo. Pero estamos un poquito mejor que en el 2014 cuando no había nada qué comer. Ahora hay, pero es demasiado caro.
—David Rueda. Siento que la parte política ha sido de demasiada decadencia. También hay que tomar en cuenta que no es solo falta del Gobierno, sino falta de nosotros también porque hay puntos en los que decimos que algo no sirve porque el Gobierno lo hizo mal, pero en realidad no sirve porque nosotros, por alguna razón, lo dañamos o no lo conservamos. Hoy está algo estable, pero sigue la crisis. Estamos aprendiendo a vivir por encima de eso. Hay muchas limitantes que no nos permiten ver muchas cosas.
—A.A. Vivimos en un régimen donde todo estaba así. Nos tocó vivirlo, nosotros no tuvimos un proceso de adaptación, simplemente nos tocó estar, ser. Comparándonos con chamos de nuestra edad, pero de otros países, considero que la crisis nos ha dejado pobreza y, aunque no es nuestro caso, una educación de mala calidad. Hay una falta de educación importante en Venezuela que no permite decidir entre lo que está bien o mal.
—S.H. Vivimos el cierre de muchos medios de comunicación. Y esa fue la manera de ellos (el Estado) de callar la verdad que muchos querían decir y ciertamente no les interesa la gente instruida, una masa analfabeta les resulta beneficiosa porque es fácil de manipular. Lo más importante ahora es tener lo suficiente para el mercado del mes y tratar de sobrevivir. Realmente estás viviendo bajo presión en un régimen cuyo único cambio fue la amenaza a nuestra seguridad, a la vida. Sobrevives o mueres.
—C.Z. Yo solo puedo definir todo este rollo político como un gran y constante trauma. ¿Cómo negocias después de tantas muertes? Y nosotros no podemos hablar de cambios porque hemos vivido siempre lo mismo, no conocimos las bonanzas de la Venezuela del siglo pasado. Es difícil ver la calidad de vida de los que estamos aquí, y la de los que se van también. Dentro de todo pienso que el venezolano es un sobreviviente.
—D.P: Gabriel, tú siendo el menor, si yo te digo RCTV ¿qué piensas?
—G.B. Bueno, mis conocidos siempre me han hablado de RCTV. Era el canal representativo de toda Venezuela. Era querido. Los venezolanos tenían un sentimiento especial hacia él y cuando cerró fue muy doloroso para todos. Tenía 3 años cuando cerró. Fue un golpe a la democracia.
—J.P.D: queremos saber cuál es su relación con la política, si les interesa o no.
—C.Z. Yo creo firmemente en la política. Todos tenemos un voto y debemos usarlo. No importa por quién, pero debemos votar. Incluso, tenemos que luchar contra el miedo que nos han infundido desde la política del gobierno.
—D.R. Para mí se trata de levantar la voz, de participar. Votar es importante. Pero en la política de aquí, de Venezuela, no hay mucha fe porque literalmente todo está manipulado.
—J.M. Yo sí siento interés por la política. Formo parte de la representación estudiantil de Psicología y siento que lo que pasa en la Escuela también pasa en el país. No nos podemos quedar de brazos cruzados, siempre se puede hacer algo. La cohesión de grupo es importante y debemos participar para no reducir nuestro papel en la política. Política va más allá del voto, es formar parte de lo público. Pero aquí preferimos que alguien nos resuelva la vida. Espero que nosotros, los jóvenes, tengamos una oportunidad.
—J.P.D: lo mediático, ¿qué información les interesa?, ¿por dónde se informan?
—J.M. Recurro mucho a Youtube porque me interesan temas de actualidad y política. Sigo canales que siempre me brindan buena información. Y me gusta buscar siempre diferentes opiniones. De medios, la BBC y la DW.
—D.R. Me interesan los temas de tecnología y videojuegos. Sigo algunas cuentas por Instagram, Facebook y Tiktok, pero siempre busco algún soporte de medios más serios.
—S.H. Me informo en páginas como El Nacional, Caraota Digital; busco en cuentas de Instagram sitios oficiales.
—Marcelino Bisbal: si tuviéramos Radio Rumbos, El Nacional y Tal Cual impresos, Radio Caracas Televisión al aire, ¿lo escucharían, leerían?
—La respuesta fue, al unísono, sí.
—S.H. Me gusta estar informada y saber qué pasa en el mundo.
—J.M. Sí, pero preferiría que tuviesen una página web donde leerlos.
—A.A. Yo igual, más allá del consumo y la ecología, si quiero alguna noticia o información específica voy directo a Internet y consigo exactamente lo que estoy buscando. Además, es gratis.
—D.P: ¿han tenido alguna vez un periódico en sus manos?
—G.B. La última vez que en mi casa se compró un periódico fue porque necesitábamos el papel, no la información. Fue en 2021.
—J.M. El periódico pasó a la historia y a la jaula de mascotas. La prensa impresa debe pasar a lo digital. Yo consumo mucho contenido, por cierto, mucho contenido de Cataluña, España, y de otros países.
—J.P.D: ¿algún periodista, influencer o líder de opinión en el que confíen?
—S.H. Nelson Bocaranda
—C.Z. Luis Olavarrieta.
—K.S. Ninguno.
—D.R. Ninguno.
—J.M. Luis Olavarrieta.
—J.P.D: ¿ustedes se irían del país?
—S.H. Yo tuve la oportunidad de estar afuera. Y siempre que esté la oportunidad me iría por periodos cortos. Como para aprender idiomas, otras culturas, quizás para estudiar, pero no para vivir.
—C.Z. Es complicado porque ser extranjero es muy difícil. Y el venezolano tiene ciertas comodidades. Cada quien tiene su realidad. Si no veo una mejora en los servicios públicos, me iría.
—G.B. Yo no me iría por gusto y espero no hacerlo por necesidad. Yo quiero trabajar y levantar mi país. Quiero poner mi granito de arena. Y viendo el potencial que tenemos, quiero quedarme.
—D.R. De entrada, sí. Pero si me pongo a pensar, me doy cuenta que tengo muchas cosas aquí, fue donde crecí, donde desarrollé lo que soy. Me gustaría aportar algo para que el país mejore. Y si me voy, es sabiendo que mi casa es esta.
—K.S. A mí me gustaría irme para estudiar en la Universidad de Bellas Artes de París. Y también por la parte cultural, para conocer más sobre otros lugares. Me quedaría por mi familia y nunca los dejaría porque soy muy apegada a mis papás.
—J.M. Yo me iría demasiado, pero de vacaciones, a hacer un posgrado. No para hacer vida afuera.
—A.A. La única forma en la que me iría es si tuviera algo seguro y estable, no me voy a patear calle.
—J.P.D: ¿cómo ven el futuro y cómo se ven ustedes en cinco años? Tienen una página en blanco…
—J.M. Ahora están trabajando en la cura contra el cáncer. En cinco años espero estar terminando un posgrado y formando parte de una ONG. Me veo políglota. Casado porque tendré pasaporte europeo, ja, ja, ja. Y me veo involucrado con la UCAB.
—G.B. Yo veo el futuro con esperanza. Nos planteamos muchos retos para mejorar. La pandemia, la guerra en Ucrania son situaciones que nos ponen de cabeza, pero nos ayudarán a progresar. El futuro lo veo con ánimo.
—A.A. Lo veo muy volátil. Lo podemos observar desde lo ambiental y no pinta bien. Es difícil. Ya para el 2030 dicen que no habrá agua. También es difícil ver hasta dónde llegará la tecnología, promete muchísimo, pero no creo que podamos imaginarlo.
—J.M. pueden venir cosas muy buenas o muy malas. Es difícil tener una visión clara.
—C.Z. Hay avances muy importantes en la medicina. Es increíble que ya haya curados de VIH. También veo esta tensión de parte de China, Rusia. O los acuerdos de la ONU, bueno ahora necesitamos cambios. Y yo en cinco años me veo feliz, trabajando en mi área, espero.
Grace Lafontant
Periodista egresada de la Universidad Católica Andrés Bello (2015-2020). Periodista de la Dirección de Comunicación de la UCAB. Ha colaborado en el portal Prodavinci. Periodista cultural.