En resumen, no deja de ser una obra arriesgada el abrir un camino, pero como dice Antonio Machado, “se abre camino al andar”, y eso es lo que hemos hecho Gustavo Hernández y yo. Creemos que ha merecido la pena ofrecer a los colegas un dispositivo para reconocernos y reforzar la comunidad investigativa, así como legar a las siguientes generaciones un acervo, que otros se han empeñado en arrasar. Por fin, esperamos continuar la aventura comenzada.