Los múltiples ataques con bombas convirtieron a Afganistán en la zona en donde se registró el mayor número de asesinatos de periodistas en el mundo, con 16, seguido de México con once, Yemen con nueve, Siria con ocho, India con siete, Pakistán, Somalia y Estados Unidos con cinco, Filipinas, Ecuador y Brasil con tres, Colombia, Palestina y Ecuador con dos.