AUTOR: Marcelino Bisbal
La fotografía, y mucho más la fotografía periodística o el fotoperiodismo, o como también se le llama el periodismo gráfico, o simplemente el reportaje gráfico, constituye una ventana al mundo. Todos los teóricos y estudiosos de la fotografía, desde Roland Barthes hasta Walter Benjamin, pasando incluso por semiólogos como Gillo Dorfles, Umberto Eco, Abrahan Moles, Charles Morris, José Luis Prieto, Eliseo Verón… y otros tantos, coinciden en que la fotografía no es una reproducción fiel y precisa de lo real, sino que ella es una interpretación de lo real. En ese sentido es hermana del periodismo.
Desde esa perspectiva teórica es que se puede hablar y se habla de que la fotografía es un lenguaje. Si el lenguaje debe ser visto en un contexto social, la fotografía en cuanto lenguaje debe ser considerada también dentro de un contexto social. La otra significación que hay que darle a esta es en relación a su función comunicativa, pues el lenguaje debe ser observado como un medio de comunicación.
El otro tema que hay que apuntar tiene que ver con las formas de presentación-representación que adquiere la fotografía en cuanto médium. Aquí nos estamos refiriendo, en el caso del reportaje fotográfico, pero que también puede ser una entrevista fotográfica, o simplemente una crónica fotográfica, al fotoperiodismo como documento “histórico-estético”. Apunto esta idea de manera esquemática para citar al italiano Gillo Dorfles cuando nos dice que la fotografía:
[…] está ligada a una determinada atmósfera de época, a un especial tipo de encuadre, de cómo nuestra manera de estar-en-el-mundo, y nuestra manera de ver-el-mundo, cambia con increíble rapidez y cómo cualquier acto nuestro conserva la impronta de esta mutación. La fotografía, precisamente por su adherencia a la realidad, y al mismo tiempo por su indiscutible cualidad de extrinsecadora de la personalidad del fotógrafo puede, pues, constituir un delicadísimo espía de nuestra actitud estético-perceptiva en una determinada época y puede convertirse siempre, principalmente, en una de las fuentes para el conocimiento –estético además de científico– del comportamiento artístico de una determinada civilización.
Esas ideas expresadas muy rápidamente, incluso de forma esquemática, surgen al ver y apreciar como simple espectador las 137 fotografías que abarca la edición 61 de la exposición del World Press Photo- 2018. Una muestra de 42 fotorreporteros, de 22 países, en ocho distintas categorías, y elegidas por un jurado que tuvo que vérselas con las 73.044 imágenes enviadas por 4.548 fotógrafos provenientes de 125 países, a la Fundación World Press Photo con sede en la capital holandesa desde 1955, cuando se creó. Quien dirige la Fundación, Lars Boering, llegó a decir que todo ese conjunto de fotografías, […] son escenas enviadas por agencias, medios de comunicación o los propios fotógrafos, testigos de situaciones candentes. Pero también hay series preciosas de otros acontecimientos positivos que merecen atención desde el punto de vista internacional. Otra corriente que puede influir con más fuerza en el futuro.
Algo que nos recuerda esta muestra, como las 61 ediciones que ya tiene sobre sus hombros el World Press Photo, es que “lejos de leer el mundo real como un álbum de fotografía, […] habrá que aprender más bien a leer las fotografías como el mundo real: y esto no podremos controlarlo siempre, a causa del tiempo y del espacio”.
Para finalizar. Nuestra revista Comunicación nos ofrece en su Galería de Papel una pequeña muestra de la exposición que estuvo en Caracas del 21 de febrero al 14 de marzo, que fue posible con el apoyo y auspicio de la Embajada del Reino de los Países Bajos, con la iniciativa del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS-Venezuela) y con el invalorable esfuerzo del Centro Cultural-UCAB.
El World Press Photo Exhibición 2018 estuvo en Caracas del 21 de febrero al 14 de marzo. La ciudad esperó una década para que regresara la exposición anual itinerante de periodismo visual más prestigiosa del mundo. En esta edición, la número 61 –fotografía ganadora– fue tomada en Venezuela por un fotoperiodista venezolano. A continuación, cinco claves sobre la muestra:
1. Un total de 4.548 fotógrafos, procedentes de 125 países, presentaron 73.044 fotos al concurso en 2017. El jurado lo conforman profesionales líderes del mundo de la fotografía, que cambian cada año y son independientes de la Fundación World Press Photo. Esta vez lo presidió Magdalena Herrera, directora de fotografía de Geo France.
2. Un total de 42 fotorreporteros, de 22 países, resultaron premiados en ocho categorías. Todas las fotografías ganadoras pasaron un riguroso proceso de verificación. Esto garantiza que son fiables como documentos visuales de la escena observada por el fotógrafo.
3. Dos fotoperiodistas venezolanos se cuentan entre los premiados de la edición 2018: Ronaldo Schemidt (Caracas, 1971), Foto del Año, y Juan Barreto (Caracas, 1974), tercer lugar en la categoría Spot News Stories. Ambos, del equipo multimedia de la AFP.
4. Las 137 fotografías premiadas han sido reunidas para esta exhibición, que viaja a cien lugares en 45 países y es vista por más de 4 millones de personas.
5. Cada foto cuenta una historia. Las ocho categorías que las agrupan son: temas contemporáneos, noticias generales, proyectos a largo plazo, naturaleza, gente, deportes, noticias de actualidad y, por primera vez, medio ambiente.