AUTOR: Mercedes Arancibia
El sábado 29 de febrero de 2020, la película There is No Evil, del cineasta disidente iraní Mohammad Rasoulof, que tiene prohibido salir del país, ganó el Oso de Oro en la Berlinale, el Festival Internacional de Cine de Berlín que ha celebrado su edición número 70; un certamen muy político según la información de FranceInfo Culture
El productor Kaveh Farnam recogió el galardón en ausencia del realizador, premiado en 2017 en el Festival de Cannes por “El hombre íntegro”, la película que le valió una condena de dos años y la prohibición de salir del territorio.
There is No Evil tiene como argumento la pena de muerte, un tema tabú en Irán, tratado en cuatro secuencias desde el punto de vista de los verdugos y las familias de las víctimas: “La película –ha dicho Mohammad Radoulof desde la pantalla del teléfono que sujetaba en el escenario su hija, la actriz Baran– trata de personas que asumen la responsabilidad de sus actos. Lo más difícil cuando tomas una decisión es justificarla». Después, Baran ha aplaudido, en nombre de su padre, «el valor de todo el equipo que ha puesto en peligro su vida para realizar la película”.
El jurado de la Berlinale, presidido por el actor británico Jeremy Irons, ha entregado el Oso de Plata a Never rarely sometimes always de la estadounidense Eliza Hottman, sobre el aborto de la adolescente Autum, quien a los diecisiete años viaja a Nueva York con su prima para someterse a la intervención.
Este premio, que hasta ahora llevaba el nombre de quien fuera director del festival de 1951 a 1976, Alfred-Bauer, ha cambiado su denominación al conocerse el pasado nazi de Bauer, que ocupó un alto cargo en el organismo cinematográfico de propaganda creado por el ministro de Hitler Joseph Goebbels.
Miembro del partido nazi NSDAP, Alfred Bauer perteneció también a la organización paramilitar SA, según documentos de los propios nazis, y tuvo un papel destacado en la “vigilancia de actores, realizadores y otros miembros de la industria cinematográfica”, controlada enteramente por Goebbels durante el Tercer Reich. Al acabar la Segunda Guerra Mundial, según el diario Die Zeit, se dedicó a borrar todas las huellas de su pasado nazi, haciendo creer incluso que había hecho oposición a Hitler.