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SUMARIO
Fue una larga conversación con Gerardo Lombardi, comunicador por vocación y por formación, sobre la historia radiofónica de Fe y Alegría. Lombardi nos habla de los orígenes, del presente y del futuro. Al respecto dice que Fe y Alegría está llamada a hacer puentes. Puentes para unos entendimientos que todavía están por hacerse. Y desde el punto de vista educativo, en una eventual reconstrucción del país que tendremos que hacer, como dice Gerardo Lombardi, la propuesta en el campo educativo es una propuesta de Educación multimodal con esquemas mixtos, donde la educación a distancia y la radiofónica surgen como una gran posibilidad.
Hago memoria. Conocí a Gerardo Lombardi debe haber sido por el año 1986-87 cuando ambos dábamos nuestros primeros pasos en el mundo de la comunicación y la educación radiofónica. En 1988, estuvimos juntos en una larga capacitación que organizó la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) en República Dominicana. Desde aquel año, con idas y vueltas, a veces con largos silencios entre ambos, hemos mantenido una relación de amistad y confianza.
La solicitud que me hicieron desde el CIC-UCAB los profesores Gustavo Hernández y León Hernández, de escribir un capítulo de un libro, aún por publicar, en el que debería contar la historia de Radio Fe y Alegría, terminó siendo la excusa para pedirle a Gerardo Lombardi adentrarnos en el fuego de la memoria. No fue fácil. Él no ha sido muy dado a escribir sobre sus propias experiencias y vivencias, así que durante algún tiempo le presioné para que me respondiera unas preguntas.
Voy a ubicar un power point, con una presentación que hice hace años. Así se excusó y durante varios meses hablamos, pero de otras cosas. No quise presionarlo más. Estando presionado yo por entregar el capítulo que me pedían mis colegas de la UCAB, finalmente escribí una historia de mi paso por Radio Fe y Alegría. Casualidades o causalidades, apenas concluí con ese texto me llegaron una serie de audios de Gerardo. Acá está la historia, me dijo, ponéle vos la escritura a esto, que escribir se te da bien.
Para Gerardo Lombardi la historia del Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA), en Venezuela, debe ser contada en clave de cinco generaciones. En mi caso, en tanto, tomé parte de un verso de Antonio Machado, “Se hace camino al andar”, porque este forma parte indisoluble de mi vínculo afectivo con este proyecto radiofónico.
El poema de Machado, popularizado por Joan Manuel Serrat en Cantares, fue usado por la ya fallecida Bambi Sobrero, del Instituto de Cultura Popular (Incupo) de Argentina, en una de esas largas capacitaciones que se acostumbraban desde ALER en la segunda mitad de la década de 1980. En una de sus dinámicas, una noche en Tovar, estado Mérida, en las instalaciones de Radio Occidente, la Bambi me tocó el corazón al hablarnos sobre el camino de la radio popular educativa, que entonces apenas despegaba, y que era el camino que no existía y que debíamos hacer al caminar.
Yo contaría la historia del Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA) en clave de cinco generaciones; cada generación, por supuesto, tiene nombres, procesos e hitos. Así arranca Lombardi, una vez que se decidió a darle respuesta a mis preguntas.
– Primera generación. Los padres fundadores. ¿Cómo se inicia la historia radiofónica de Fe y Alegría en Venezuela?
– En esta generación, los fundadores, destacan por supuesto el padre Vélaz s.j. con la idea inicial, el padre Castiella s.j., el padre Baquedano s.j. También figuran Gerardo Monreal (jesuita en ese entonces), Chepe Martínez s.j., y los aportes de Epifanio Labrador s.j. y el padre Rogelio Pedraz s.j., un jesuita procedente de la Provincia de Centro América.
En 1973, el padre Vélaz lanza la idea en la Asamblea de Cochabamba de Fe y Alegría, de la posibilidad de tener una escuela en cada hogar, y para ello, se sintió muy motivado después de su visita a Canarias, a Radio ECCA, por lo tanto, él propone la idea de armar una red de radios que puedan ser una escuela en cada hogar. Esta idea en el año 1974 la empezaron a trabajar Bolivia, Ecuador y Venezuela, dándole forma al maestro en casa, versión Latinoamérica, y en los tres países, en el año 1975 se comenzaron las operaciones.
En el caso de Venezuela, comenzó en Maracaibo el 31 de agosto de 1975, cuando Fe y Alegría toma en convenio la frecuencia 1390 AM, perteneciente a la Arquidiócesis de Maracaibo, que desde el año 1969 hasta ese día se llamó Radio Luna, porque salió al aire el mismo día que el hombre piso la luna. Esa radio, en esos primeros seis años, fundamentalmente emitía música clásica, por lo tanto, se le conocía como la emisora de la música selecta, así que ese fue el nombre que se adoptó: Radio Selecta, propiedad de la Arquidiócesis de Maracaibo y cedida en un convenio escrito al Instituto Radiofónico Fe y Alegría.
Esta fue la primera radio con cursos que se tenían diseñados desde el año 1974. Se podía comenzar de manera experimental, y de hecho, ese fue el calificativo que le dieron en el Ministerio de Educación al Instituto Radiofónico Fe y Alegría, un “instituto experimental” puesto que no era solamente sabatino, no era solamente diurno, no era solamente nocturno, era de educación de adultos, era privado, sin fines de lucro. Este proyecto educativo tenía muchas aristas y particularidades, con modalidades educativas que hasta ese entonces no estaban bien identificadas en el sistema educativo venezolano.
En octubre de ese mismo año, la Arquidiócesis de Caracas cede la frecuencia 1390 AM Cultural de Caracas al IRFA y nace entonces Radio Fe y Alegría Caracas. 1975 es el año fundamental de arranque en esta historia. No hay registros claros, pero es posible que los primeros cursos propiamente se hayan desarrollado a partir de 1976.
En aquel inicio, el IRFA era el encargado del desarrollo de todos los planes y programas que estaban contemplados en el Ministerio de Educación, hacía todo el seguimiento, pero la evaluación final para la promoción de los estudiantes de un grado a otro, la realizaba el Ministerio de Educación a través del Departamento de Libre Escolaridad, es decir, el IRFA se encargaba de todo el proceso educativo, y el Ministerio evaluaba.
No podemos obviar que mientras Fe y Alegría tenía dos emisoras, ya en Tovar, estado Mérida, funcionaba Radio Occidente con su sistema educativo radiofónico (SER). Se trata de una educación por radio que podríamos decir que eran “no formales”, puesto que estos procesos de educación y capacitación agraria, y además, de alfabetización, no estaban avalados formalmente por el Ministerio de Educación.
En 1981 las emisoras de IRFA estaban plenamente en funcionamiento, se tenían los cursos del maestro en casa con la metodología ECCA, y se tenían dos cursos muy exitosos de formación para el trabajo: uno de Corte y Costura y otro de Electricidad por radio. Y también se tenía un curso de evangelización que también fue muy exitoso para su época llamado “Cristo en casa”.
– Segunda generación, los que abrieron brecha. ¿Qué iniciativas se adelantan de forma innovadora desde el IRFA?
– Esta segunda generación, a mi juicio, va desde el año 1981 al año 1992. Hasta el año 1981 solamente se trabajaba con la primaria, y desde ese momento comienza el Ciclo Básico Común. En el IRFA pasamos de la primaria al bachillerato, hasta tercer año de entonces. Pero hay otro hito, también académico, y es que el Control de Estudios y Evaluación comienza a pasar a manos de IRFA; no es el Ministerio de Educación quien evalúa los contenidos y los aprendizajes de los estudiantes, sino que lo hace directamente el IRFA. En ese 1981, es igualmente significativo, se hace el lanzamiento de Radio Fe y Alegría en Campo Mata, en el Estado Anzoátegui.
Otro hito importante de esta generación es la presentación en 1985 de la cartilla de alfabetización “Abrebrecha” que, a mi juicio, supuso la primera gran propuesta de transformación pedagógica y política del IRFA.
El “Maestro en Casa” fue un método muy efectivo y conductista, y “Abrebrecha” presentó un método muy efectivo, de carácter constructivista podríamos decir, basado en el método analítico sintético del brasileño Paulo Freire de “Palabras Generadoras”. En su momento, este
este proyecto fue impulsado por el padre Sabino Izaguirre s.j., Rafael Angulo y Eucario García, después se incorporó Rafael Navarro y el hoy fallecido Aníbal Carrasquel. Este equipo generó un hito político y pedagógico con la cartilla “Abrebrecha” y luego siguió trabajando para presentar una cartilla de Post Alfabetización llamada “Avancemos”.
En este mismo período de 1981 a 1992 irrumpe la Radio Fe y Alegría con la primera propuesta articulada y seria de comunicación radiofónica, de periodismo radiofónico. Hasta entonces, era una radio que se identificaba musical y culturalmente con Venezuela, pero en este período es cuando se empieza a trabajar todo el tema informativo. Evidentemente hay que destacar, sin lugar a dudas, nuestra cobertura periodística en el Caracazo. Este rol, en febrero de 1989, en realidad fue consecuencia de un proceso que se vino gestando desde años anteriores en los que, por supuesto, destaca la figura de Carlos Correa y Andrés Cañizález y de Chepe Martínez Terrero s.j. en ese hecho de ser pioneros en cuanto a la comunicación radiofónica popular de Fe y Alegría.
Sin lugar a dudas, otro tema importante de esta segunda generación, es la vinculación con ALER en ese tiempo. Hasta entonces, la vinculación con ALER había sido muy desde la formalidad de la educación de adultos, y a partir de este período, la vinculación con la época de oro de la capacitación en Radio Popular de ALER. Nosotros, en las emisoras de Fe y Alegría, nos nutrimos de todos esos planteamientos y ALER hizo escuela en Radio Popular, y Venezuela era reflejo de ello.
En este período entre 1981 a 1992, para mí se resalta tanto el Caracazo de 1989, como la cobertura que se hizo del golpe de 1992, de la rebelión militar para algunos y del intento de golpe para otros.
Hay otro hito importante de aquel período y es que en el año 1991 nace Radio Fe y Alegría en Guasdualito para ampliar la propuesta radiofónica del IRFA. Y, de forma simultánea, a partir del curso del Contabilidad que se diseñó en Maracaibo, y que tuvo bastante éxito, el IRFA a nivel nacional tomó la posta y diseñó la propuesta de educación media diversificada para entregar títulos de Técnico Medio en Comercio y Servicios Administrativos, mención Contabilidad.
En aquellos años, en esta segunda generación, estuvimos muy marcados por las discusiones y debates internos sobre el rol de la radio popular versus educación formal por radio, el paso de emisoras culturales-educativas a emisoras informativas y cómo lidiar con la dualidad que nos caracterizaba, manejarnos con una programación de audiencia abierta y la programación de audiencia cerrada, que significaban las clases radiofónicas. Es un período de un gran debate.
– Tercera generación, los años de la expansión. ¿Cómo se transita del IRFA a una Red Nacional de Radios?
– La tercera generación yo la ubico desde 1992 al 2004. En esta tercera generación hay un hito simbólico, que es la desaparición casi total de la generación de los fundadores, es decir, ya Castiella s.j., Baquedano s.j., Gerardo Monreal, Chepe Martínez s.j., ya no estaban en el IRFA y entonces este quedó en manos, fundamentalmente, de los que salimos de la segunda generación. Ahí tendría que poner, por supuesto, el nombre de Carlos Correa, Gerardo Lombardi, y tendría que sumar el nombre de Carlos Krisch, quien se incorporó después.
Como hitos, del año 1992 al año 1998 se desarrolló la propuesta educativa de la educación primaria y bachillerato. Un hecho significativo fue cuando el ministro Gustavo Roosen le pidió a Fe y Alegría la posibilidad de ampliar el sistema educativo del IRFA y vino el plan de expansión. Esto supuso la fundación del IRFA, a partir de las cuatro emisoras que existían a establecer una sede IRFA en cada estado, y a veces más de un IRFA en cada estado, con o sin radio. Esto supuso un salto muy importante en el que se llegó a pasar de 8 mil alumnos a casi 40 mil en algún momento, en este período.
Además de la expansión cuantitativa del IRFA, para la tercera generación, se accionó la idea de reformular cualitativamente la propuesta educativa. Tras mucha discusión y quizá poco tiempo de ensayo, el proyecto devino en lo que hoy conocemos como “Educom”, Educación y Comunicación, que forma parte más de la siguiente generación, pero que se gestó en este período de la tercera generación. A nivel educativo, entonces, se produjo este proceso de renovación y tuvimos un gran plan de expansión, llegamos a contar con treinta oficinas en el país.
En esos años 1990, después de 1992, tuvimos mucho intercambio sobre el funcionamiento en red, colaborativo y horizontal. No era una discusión cerrada en Venezuela, todo coincide con el lanzamiento del satélite de ALER, de la conexión satelital de ALER en el año 1997. Fe y Alegría estuvo entre las primeras, y debemos decir que la idea del proyecto satelital nació en Venezuela.
Todo esto es un hito importante, que desde ALER impulsó Humberto Vandenbulcke. Pasamos de la distribución por fax y a veces por correo postal de los programas y de los casetes, a la transmisión instantánea vía satélite; eso nos cambió la lógica de producción radiofónica. A todo esto hay que sumar todos los planes anuales de capacitación que se hicieron desde ALER y desde lo que no era ALER; fueron generaciones de gente que se formó en esta escuela de radio popular y de comunicación radiofónica.
Como hito de crecimiento a nivel de radio, en el año 1998 se funda Radio Fe y Alegría Paraguaipoa, que es la primera emisora indígena del país, bilingüe, binacional, en 1998, seguida por las emisoras de Machiques, en el año 2000, que es la primera emisora trilingüe: Yukpa, Bari y español, y habría que sumar Wayuu porque mucha población Wayuu se ha desplazado hacia allá. Radio Fe y Alegría Machiques, con dos cabinas: una cabina en Tukuko, en la Sierra de Perijá, y un proyecto que no se terminó de concretar, pero había que montar una cabina en Saimadoyi, en la zona Bari; la cabina estaba pero nunca se pudo dotar de equipos, sin embargo, los Bari tienen su programa en la radio todos los días.
En el año 2000, el IRFA fue la única institución que comenzó y terminó la coordinación con el gobierno en el Plan Bolívar 2000, en el área de alfabetización. Prácticamente, los únicos números que el gobierno de entonces pudo ofrecer, de alfabetización, del Plan Bolívar 2000, fueron los números que el IRFA aportó en esa cruzada nacional que, a mi juicio, no tuvo éxito, porque no logró convocar a todas las instituciones que se propuso.
Sin embargo, en este período, que fue de bastantes hitos radiofónicos, yo tendría que decir que el hito mayor fue el rol que jugó Radio Fe y Alegría en el año 2002, en la cobertura de los sucesos de abril, del golpe de Estado. Creo que fuimos los únicos que sacamos la cara por la institucionalidad y la democracia; creo que ante el silencio de los medios comerciales, privados, y la toma de los medios públicos de entonces, Radio Fe y Alegría fuimos los únicos, no solamente en la cobertura cualitativa, sino a nivel de cantidad, es decir, la gente se enteraba a través de Radio Fe y Alegría. No había entonces redes sociales, y nosotros teníamos en nuestras manos, no solamente el primer lugar de audiencia, por primera vez, sino que fuimos el único lugar mediante el cual la población venezolana se podía informar.
Lombardi, sin embargo, cierra este ciclo en el año 2004. Hubo un referendo que sirvió para ratificar a Hugo Chávez en la presidencia, y puertas adentro aquel año fue clave en la conformación de un modelo de gestión: el modelo de Red Nacional de Radio. Para cerrar, la tercera generación empezó con la dirección de Carlos Correa, pasó por la dirección de José Rafael Roca, y terminó con la dirección de Gerardo Lombardi.
– Cuarta generación, el tiempo de consolidación. ¿Cómo se avanza en un tiempo en el cual desciende la matrícula de la educación formal, que fue el origen de esta historia?
– La cuarta generación, para mí, va desde el año 2004 al año 2017. En el año 2004, ya con una red informativa funcionando, comienza la expansión de la red nacional de radio; ya no éramos solamente ocho o nueve radios sino que, en ese período del año 2004 al año 2017, pasamos a ser hasta veinticinco radios, veinticinco frecuencias en el país.
Entre los años 2004 y 2007, hay que decirlo, Fe y Alegría jugó un papel muy importante en la expansión de las radios comunitarias en Venezuela. Este es un tema poco hablado y poco escrito. Nosotros, de la mano con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y a través de un convenio, fuimos capacitadores de más de trescientos equipos humanos en el país. Se trata de una capacitación, distante de enfatizar un punto de vista político-partidista, sino que difundimos un modelo de comunicación popular en las experiencias emergentes de radio comunitaria.
Esto lo digo con mucha propiedad, en estos tres años fui personalmente capacitador en diez talleres con representantes de treinta radios cada taller, por todo el país. Los contenidos y la metodología de esta capacitación fueron los de Fe y Alegría. Este fue un convenio que se firmó entre el IRFA y Conatel durante la gestión de Alvin Lezama.
Así que este mismo caminar por el país nos ayudó a tomarle una foto a la realidad de las comunidades en cuanto a comunicación popular y radiofónica. Eso ayudó a que más de trescientos equipos de trabajo radiofónico se formaran al menos con una semana intensa de taller al estilo ALER-Fe y Alegría. Además, esto sirvió para identificar ciudades y frecuencias en las que posiblemente podría instalarse una radio Fe y Alegría.
Tengo que decir que en este período radios de Fe y Alegría nacieron y crecieron sin permiso de Conatel. Todavía están sin permiso la gran mayoría. Así que en una especie de mirada condescendiente de Conatel, y de una actitud atrevida de nuestra parte, pues pudimos pasar en este período del 2004 al 2017, de las diez radios más o menos que teníamos a las veinticinco radios que hoy se pueden registrar en la Red Nacional de Radio.
Desde el punto de vista educativo, en tanto, habría que decir que desde 2004 comienza un período de consolidación del régimen de Chávez y también son los años de consolidación de los planes sociales llamados Misiones. De hecho, las misiones educativas golpearon fuertemente la matrícula del IRFA: llegamos a tener en el período anterior cerca de 40 mil alumnos al año, y en este período llegamos a descender casi a 8 mil.
En términos cuantitativos, sin duda aquello nos golpeó mucho. Nos reinventamos con la propuesta de Educomunicación, y por primera vez, en este período, el Ministerio de Educación nos llama y reconoce que esta propuesta debe ser el modelo de educación de adultos en el país. Siendo ministro Héctor Navarro, se produce la resolución de educación de adultos del Ministerio Educación que estaba en deuda desde hacía por lo menos más de veinte años y toma en 85-90 % el reglamento interno del IRFA, en cuanto a educación de adultos.
En este período 2004-2017, es importante recalcar el avance informativo de Radio Fe y Alegría con su incursión en el mundo digital. Se afianzó la política informativa en la web radiofeyalegrianoticias.net primero, y evolucionó a radiofeyalegrianoticias.com. Tuvimos el intento de “Arepa Press” que no se concretó con aquel nombre, sin embargo sí se concretó con aquella lógica en las dinámicas noticias que se llevan adelante. Aquel proyecto de “Arepa Press” fue exitoso en cuanto a los conceptos que en este período propuso para el trabajo digital de Radio Fe y Alegría, y todavía falta, solo que no se llevó adelante con el nombre que habíamos pensado.
Habla Lombardi en primera persona: en este período, en esta cuarta generación del 2004-2017, que me tocó a mí ser director. Yo pienso que el IRFA se consolidó políticamente ante el Ministerio, numéricamente soportó los embates de la realidad, y tenemos una propuesta educativa, que es más eficiente en el papel que en la práctica, porque Educom tiene entre otras premisas que los muchachos se puedan conectar a la Internet y bueno, ya todos sabemos cómo está la situación del Internet en Venezuela.
Y habla el Lombardi maracucho: un asterisco en este período, es que en Maracaibo nació y se consolidó el programa “De primera mano televisión” que, según todas las mediciones de la ciudad, en señal abierta es el tercer programa más consumido de la televisión en el Zulia; este es un programa de televisión que se realiza haciendo un mix de plataformas con las redes sociales y con la radio, que conduce Rogelio Suárez.
– Quinta generación, se hace camino al andar. ¿Se sigue construyendo un modelo educativo y comunicativo aun en dictadura?
– Estamos navegando esta quinta generación. Ya es otra generación la que está llevando el IRFA, tanto a nivel político como a nivel político-gerencial con el compañero Luis Sánchez. Son compañeros de una generación formada en el IRFA los que están llevando la educación, los que están llevando la radio, ahí por supuesto, Héctor Escandell, Iris Mirabal, que continúa, Ana María García, pero bueno, hay otros muchos compañeros que están llevando esto. Estamos ante una red que está consolidada.
Hay tres componentes importantes en este periodo que está en evolución desde 2018: 1) La resistencia que se está teniendo desde el punto de vista educativo con la propuesta educativa del IRFA en tiempos de migración y pandemia; eso les da un toque especial a los 8 mil alumnos que hoy se tienen en educación. 2) El resurgimiento de la radio en su componente educativo.
En tercer lugar, está el contexto político que es un contexto de dictadura: con la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (2017), con la farsa de las elecciones presidenciales de 2018 y con todos los desmanes al Estado de derecho. La radio creo que está jugando un papel; es el único medio, quizá por el peso institucional que tiene, que puede trabajar con ciertos niveles de libertad de agenda y con bastantes pocas presiones políticas y de represión.
Así que yo creo que a esta quinta generación le está tocando una radio en dictadura y migración, y si antes había una vulnerabilidad muy fuerte en la rotación del personal, hoy día, pues eso es mayor. En el período anterior se llegó a consolidar unos niveles salariales importantes a través del convenio AVEC, es decir, en muchos lugares del país los sueldos más altos como base para periodistas eran los de Fe y Alegría, también bajos en comparación a otros rubros de la economía. Sin embargo, en esta quinta generación, con la economía pulverizada, sencillamente Radio Fe y Alegría, sigue resistiendo políticamente a la dictadura con la comunicación que sabemos hacer.
El futuro está en manos de esta quinta generación. A mi juicio, pasa por consolidar la red de comunicación para hacer puente social, entre unos sectores que solo se enteran de lo que ocurre gracias a la radio con otros sectores que sí tienen disponible los medios digitales o electrónicos. Este es el papel ante el cerco comunicacional que hay en el país.
Pienso que Fe y Alegría es la que está llamada a hacer puentes. Puentes para unos entendimientos que todavía están por hacerse. Y desde el punto de vista educativo, sin lugar a dudas, en una eventual reconstrucción del país, Fe y Alegría tiene que tener a mano, como de hecho se está procesando, la propuesta de Educación multimodal con esquemas mixtos, donde la educación a distancia y la radiofónica surgen como una gran posibilidad, y esto se tiene que desarrollar desde Fe y Alegría.
Y digo yo, para cerrar este diálogo con Gerardo Lombardi. Ese futuro, Gerardo, se tiene que construir aún y tú, con el bagaje que te dio el largo paso por la historia radiofónica de Fe y Alegría, serás también protagonista de lo que nos tocará vivir.
Andrés Cañizales
Doctor en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar). Tiene dos maestrías, una en Historia de Venezuela y otra en Ciencia Política. Licenciado en Comunicación Social por la UCAB (1988). Miembro del Consejo de Redacción de la revista Comunicación.