Maru Morales
SUMARIO
El Instituto V-Dem advierte en su reporte correspondiente a 2021: “La invasión de Rusia a Ucrania parece una confirmación definitiva de los peligros que enfrenta el mundo como consecuencia de la autocratización global”. El informe agrega que “[…] países como Afganistán Bielorrusia, China, Rusia, Arabia Saudita, Sudán y Venezuela están entre los países más autocráticos del mundo”. Los investigadores establecieron la interconexión entre la polarización, la desinformación y la autocratización de los países.
El Instituto V-Dem, que se ocupa de medir anualmente los indicadores de la democracia en 179 países del mundo, determinó que en 2021 “[…] el nivel de democracia que disfruta el ciudadano global promedio se ha reducido a los niveles de 1989” y concluye que “[…] los últimos 30 años de avances democráticos han quedado erradicados”.
Aunque ya desde hace aproximadamente un lustro V-Dem venía alertando sobre el rápido crecimiento del número de autocracias frente a la disminución del número de regímenes democráticos en el mundo, a partir de 2020, como consecuencia de las restricciones que fue necesario aplicar globalmente por la pandemia de la COVID-19, ese crecimiento se disparó.
En su informe anual publicado el 3 de marzo de este año, titulado Autocratization changing nature? (¿La autocratización cambia de naturaleza?), V-Dem establece que al día de hoy, “[…] las dictaduras van en aumento y albergan a 70 % de la población mundial, equivalente a 5.400 millones de personas”, regresando a los niveles del año 1989.
Señalan los investigadores responsables del estudio que mientras las democracias liberales alcanzaron su punto máximo en 2012 con un total de 42 países gobernados por ese régimen político, actualmente esa categoría se ubica en sus niveles más bajos en 25 años y tan solo 34 naciones pueden ser consideradas como democracias.
El indicador luce más grave si se considera que en esos 34 países apenas vive el 13 % de la población mundial.
El declive democrático es especialmente evidente en Asia-Pacífico, Europa del Este y Asia Central, así como en partes de América Latina y el Caribe, dice el reporte.
El modelo aplicado por V-Dem clasifica los regímenes políticos en cuatro grandes bloques: autocracias cerradas, autocracias electorales, democracias electorales y democracias liberales.
En tal sentido, de acuerdo con sus mediciones, en 2021 aumentó el número de países bajo autocracias cerradas de 25 a 30, los cuales albergan a 26 % de la población mundial. Mientras tanto, “[…] la autocracia electoral sigue siendo el tipo de régimen más común (55 países) y alberga al 44 % de la población mundial, equivalente a 3400 millones de personas”. Venezuela se encuentra en esa categoría, según veremos más adelante.
Por otro lado, el número de países bajo modelos de democracia liberal se ubicó en 34 en 2021: “No ha habido tan pocas democracias liberales en el mundo desde 1995, hace más de 25 años. Solo el 13 % de la población mundial vive en este tipo de régimen”. Mientras que el número de personas que reside en democracias electorales es de apenas 16 %.
En total, según la clasificación de V-Dem, en 2021 había 89 democracias y 90 autocracias en el mundo.
Sin embargo, una de las razones de la desproporción entre la población que vive en democracias frente a la que vive en autocracias tiene que ver con el número de habitantes de los países en cuestión: mientras las democracias más sólidas del planeta se registran en países pequeños con poca densidad poblacional (Suecia, Dinamarca, Noruega, Costa Rica), las autocracias cerradas y las autocracias electorales –con vías a convertirse en cerradas– se registran en países de alta densidad poblacional (Rusia, China, India, México).
El Índice de V-Dem mide los componentes electoral y liberal de la democracia y va desde el nivel más bajo (0) hasta el más alto (1) de democracia.
El componente electoral está conformado por los elementos de la definición de “poliarquía” del investigador Robert Dahl establecidos en 1971; estos son la calidad de las elecciones, los derechos individuales, la existencia y libertad de los medios de comunicación y la libertad de asociación. El componente liberal del Índice V-Dem incluye los controles y equilibrios en el brazo ejecutivo del gobierno, el respeto por las libertades civiles, el Estado de derecho y la independencia de la legislatura y la judicatura.
De acuerdo con la medición de todos estos elementos, en 2021, al igual que en 2020 y 2019, Venezuela se mantuvo en el fondo de la clasificación global compartiendo casillas con las peores autocracias del mundo. El informe de este año lo expresa en los siguientes términos: “Países como Afganistán, Bielorrusia, China, Rusia, Arabia Saudita, Sudán y Venezuela están entre los países más autocráticos del mundo”.
El V-Dem también reseña la caída de Venezuela entre 2011 y 2021 en casi todos los elementos antes señalados, lo que llevó al país a ocupar la casilla 161 de un total de 179 países evaluados el año pasado.
La medición indica que Venezuela registró una leve profundización de su proceso de autocratización, mientras Cuba, por ejemplo, mostró en 2021 un pequeño avance hacia la democratización aunque se mantiene en el cuadro de los treinta países peor valorados.
Venezuela sigue considerada dentro del bloque de las autocracias electorales. Al ver las mediciones de los componentes electoral y liberal por separado, el país no mostró mejorías significativas entre 2020 y 2021: en el Índice de democracia liberal pasó de la casilla 164 en 2020 a la casilla 161 en 2021 (ascendió); mientras en el Índice de democracia electoral pasó de la casilla 153 en 2020 a la casilla 148 en 2021 (descendió). Pero peor aún: registró una profundización de los signos de autoritarismo en todos los indicadores al compararse con los números de 2011.
Al registrar los procesos de autocratización versus democratización por regiones, V-Dem determina que en Latinoamérica solo dos países han mejorado sus indicadores en los últimos diez años: República Dominicana y Ecuador, sin embargo, “[…] los retrocesos más importantes han afectado al doble de países en la región: Brasil, El Salvador, Nicaragua y Venezuela”.
Mientras que a nivel global, además de Ecuador y República Dominicana, tan solo trece países presentaron mejoras de sus sistemas democráticos desde 2011, varios de ellos siendo regímenes autocráticos: Corea del Sur, Seychelles, Armenia, Malawi, Georgia, Túnez, Gambia, Sri Lanka, Malasia, Madagascar, Fiji, Libia y Uzbekistán.
Por otro lado, 33 países registraron señales preocupantes de autocratización en los últimos diez años, encabezados por Estados Unidos (que desde hace unos cinco años, coincidiendo con la llegada al poder de Donald Trump, comenzó a registrar signos preocupantes de socavamiento democrático, ampliamente analizados en el informe de V-Dem correspondiente al año 2020) y entre los que destacan República Checa, Grecia, Brasil y Polonia.
El informe de este año fue presentado apenas una semana después de iniciada la invasión militar de Rusia a Ucrania. En este sentido el documento expresa:
Una guerra comenzó en Europa. Esta guerra es obra del mismo líder que desencadenó la tercera ola de autocratización cuando comenzó a descarrilar la democracia en Rusia hace 20 años. La invasión parece una confirmación definitiva de los peligros que enfrenta el mundo como consecuencia de la autocratización global.
Los investigadores de V-Dem resaltan que, durante años, académicos de todo el mundo venían advirtiendo que la ola global de autocratización conduciría a más guerras, tanto interestatales como civiles.
La expresión que sirve de título al informe (¿La autocratización cambia de naturaleza?) es un llamado a profundizar las investigaciones y a desarrollar mecanismos de corrección y alerta temprana que permitan revertir o frenar a tiempo los espacios para afectar negativamente la democracia y socavar las libertades.
Para V-Dem:
Varias pruebas apuntan a que los líderes (autocráticos) se vuelven más audaces y toman medidas más drásticas, lo que lleva a una mayor autocratización. Este informe documenta varias señales de que la autocratización está cambiando de naturaleza. Con cinco golpes militares y un autogolpe, 2021 presentó un aumento de golpes de Estado sin precedentes en las últimas dos décadas. Estos golpes contribuyeron a impulsar el aumento del número de autocracias cerradas.
Agregan que posiblemente la disminución en la frecuencia de golpes de Estado que se había experimentado con la llegada del siglo XXI propició el “envalentonamiento” de algunos dirigentes, apoyados en estrategias y mecanismos de polarización y desinformación:
Estas tendencias están interconectadas. Los gobiernos autocráticos utilizan cada vez más la desinformación para moldear la opinión nacional e internacional a su favor. Es más probable que los públicos polarizados satanicen a los opositores políticos y desconfíen de la información de diversas fuentes, y como resultado, la movilización cambia.
El Índice V-Dem produce desde 2014 el conjunto de datos global más grande sobre democracia con más de 30 millones de puntos de datos para 202 países desde el año 1789 hasta 2021. En este proyecto anual participan más de 3 mil 700 académicos y otros expertos de distintos países, midiendo cientos de atributos diferentes de la democracia.
Nota:
-V-Dem Institute. University of Gothenburg.
-La síntesis fue publicada en el portal digital CrónicaUno y se puede leer en:
https://cronica.uno/instituto-v-dem-advierte-2021-indice-democracia-global-redujo-niveles-1989/
Maru Morales
Periodista venezolana en Caracas, especializada en política, partidos y parlamento. Reportera del portal CrónicaUno.