Héctor Ignacio Escandell Marcano
SUMARIO
El Hablemos recoge las motivaciones y los retos del periodismo en conversación con la Premio Nóbel del año 2021, la periodista filipina María Ressa. Esta conversación se llevó a cabo con los periodistas Luz Mely Reyes y Xabier Coscojuela, de los medios venezolanos Efecto Cocuyo y Tal Cual. El título del Hablemos hace referencia a lo que expresaran los miembros del jurado del Nóbel en relación a María Ressa: “Por sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, que es una condición previa para la democracia y la paz duradera.
La última vez que un periodista recibió el Premio Nobel de Paz, en Europa sonaban tambores de guerra. Fue un pacifista que ya había combatido en la Primera Guerra Mundial y que luego se levantó en letras y fundó el movimiento “no más guerra”. Se llamaba Carl von Ossietzky, fue preso en un campo de concentración y murió en la Berlín dominada por los Nazis, lo doblegó la tuberculosis en 1938, apenas tres años después de recibir el galardón.
Pasaron 86 años y el Nobel de la Paz volvió a un periodista, o, mejor dicho, a dos. El comité otorgó en 2021 el galardón a la filipina Maria Ressa y al ruso Dmitri Murátov. Justamente cuando en Europa vuelve a sonar el traqueteo de las metrallas y el silbido de los misiles.
“Por sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, que es una condición previa para la democracia y la paz duradera”, dice la web oficial del premio sobre la motivación para premiar a los reporteros.
Y Justamente, Maria Ressa habló sobre las motivaciones y los retos del periodismo con Luz Mely Reyes y Xabier Coscojuela, de los medios venezolanos Efecto Cocuyo y Tal Cual
Enfrentar al poder
La periodista filipina cree que el Nobel es un homenaje al periodismo independiente que se enfrenta a los poderes que amenazan la esfera pública. En los últimos años, las plataformas digitales, por ejemplo, “[…] se quedan con la plata de los medios independientes”, pero no para favorecer a la colectividad.
“Las plataformas de tecnología priorizan las mentiras para aplastar la credibilidad de los periodistas” y alerta que la verdad es la más perjudicada.
“Si no hay hechos, no hay verdad y si no hay verdad no hay confianza” y el resultado es que la gente no sabe a quién creerle. Se socava el espacio público, el espacio compartido.
Modelos autoritarios
El periodismo independiente es contrario a los modelos autoritarios que “pretenden moldear la realidad a su favor”, porque las autoridades “no quieren rendir cuentas”. Por eso atacan a los periodistas y aumentan el peligro para ejercer la contraloría a los poderes. Cada vez es más costoso ejercer el periodismo libre.
En enero de 2021, un grupo de personas ejerció violencia contra el Capitolio de los Estados Unidos. Este hecho es un ejemplo de cómo “el algoritmo” ataca la democracia. Los seguidores de Donald Trump fueron las primeras víctimas de un modelo autoritario que durante meses invadió sus pantallas y los condicionó para creer en una “verdad” insostenible.
La campaña de Trump “comenzó a sembrar” las ideas en redes sociales mucho antes del ataque al Capitolio. Mensajes con activadores que provocaron la actitud de violencia contra el Estado.
La lógica de la confrontación y la reproducción de paradigmas machistas, sexistas… produce desconfianza e impide que los problemas sociales se puedan resolver de forma colectiva.
El capitalismo de la vigilancia
La periodista Maria Ressa, en el diálogo con periodistas venezolanos alertó sobre los cambios en el modelo de negocio tradicional que utilizaba la publicidad para sostener económicamente los medios independientes.
Ahora se aplica el “capitalismo de la vigilancia”, una estrategia que encargan los gobiernos a las empresas de tecnología para crear modelos personalizados de usuarios, según los datos que las personas comparten en redes sociales y así generar contenidos que modifican el comportamiento de los ciudadanos.
En la minería de datos, los poderes vigilan a cada persona en la red para moldear conductas y provocar consumo de ideas o productos que no necesariamente promueven la convivencia y el bien común.
El optimismo como fundamento
Maria Ressa dice que siente miedo. El gobierno de su país la acusó de difamación y tiene una causa judicial abierta.
“Intento controlar mis miedos […] luego imagino el peor de los casos y lo sostengo en mis manos, hasta estar cada vez más cómoda con esa situación y luego planifico; si esto ocurre […]”.
Tenemos planes de trabajo para cosas que ningún medio debería tener que considerar, pero muchos los tenemos. ¿qué haces cuando alguien llega a detenerte?
La ganadora del Premio Nobel de la Paz es cofundadora de Rappler, un medio nativo digital independiente que prioriza la investigación a la gestión pública en Filipinas. Maria Ressa también fue corresponsal de la CNN y tiene más de 35 años de experiencia periodística.
“Estamos en alerta roja”, pero firmes, asegura y cuenta que tres días después de recibir el premio, el gobierno de su país la felicitó a regañadientes. Es la primera filipina en ganar el Nobel, pero luego de la felicitación volvieron a amedrentar recordando que estaba siendo investigada por la justicia.
“Los periodistas tenemos que ser siempre optimistas, incluso si las probabilidades están en contra”.
Tecnología, periodismo y comunidad
En los tiempos que corren, la tecnología es fundamental y desde su activismo seguirá procurando debates que conduzcan a regulaciones para que las plataformas digitales “tengan barreras”.
También cree que hay que hacer buen periodismo. Hacerlo bien significa investigar la corrupción que, “[…] es lo que hacen los gobiernos autoritarios para obtener dinero” y poder.
Es fundamental hacer comunidad, trabajar para hacer periodismo y ofrecerlo a la ciudadanía para que tenga certeza de los hechos. El periodismo “[…] será activismo y debemos abrazar ese marco, porque tenemos que librar una batalla por los hechos”.
“Reconstruir la confianza es mucho más difícil que destruirla”, por eso el comité del Nobel le dio el premio a los periodistas, “[…] nos está ayudando a continuar este difícil camino, me siento como Alicia en el país de las maravillas y caí en el agujero de conejos, tengo que seguir caminando hasta que salgamos y el mundo esté de nuevo en su lugar”.
Periodismo y paz
Maria Ressa y Dmitri Murátov recibieron el Nobel unos meses antes de la invasión militar de Rusia a Ucrania, una batalla por los hechos, como dice María, se libra en el terreno de la comunicación.
Quizás, por azares del destino, los periodistas deban levantar la bandera de la paz mostrando los hechos y exponiendo a quienes vulneran la dignidad humana a punta de mentiras y balas.
“Periodismo y paz” podría ser la consigna de los pacifistas, los comunicadores que como Carl von Ossietzky en 1935, o Maria Ressa y Dmitri Murátov en 2021, alzaron sus bolígrafos y sus libretas para defender la verdad que, como siempre, es la víctima reiterada de los conflictos y de los modelos autoritarios que quieren dominarlo todo y a todos.
Héctor Ignacio Escandell Marcano
Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Católica Cecilio Acosta en la mención Desarrollo Social. Diplomado en Libertad de Expresión y Periodismo por la UCAB-SIP. Diplomado en Incidencia Política por la Universidad Javeriana de Cali. Subdirector Nacional en Fe y Alegría.