Si el título de este número 197 de Comunicación aparece precisamente acorralado entre un par de signos de interrogación, será porque significa una invitación al lector para que despeje la respuesta en estas páginas. Creemos haber compendiado, eso sí, insumos suficientes para afinar el debate y engrosar la argumentación.
No es este el mejor momento de la democracia como sistema político y forma de gobierno. Esta idea la respaldó, empezando el año 2022, el más reciente índice de democracia de The Economist, al concluir que se ha alcanzado un nuevo mínimo para la democracia mundial y que más restricciones pandémicas dañaron las libertades democráticas en 2021.
Se trata de una evaluación negativa que ahora ratifica el Instituto V-Dem, un referente obligado en la materia, basado en Suecia, al advertirnos que su índice de democracia global se redujo a los niveles de 1989, en las postrimerías de la Guerra Fría, como documenta Maru Morales en esta entrega, cuya publicación coincide con la exacerbación global por la invasión rusa a Ucrania.
Acorralar, lo sabemos, significa encerrar a alguien dentro de estrechos límites, impidiéndole que pueda escapar. Es también una sensación que, no sin legitimidad, podría aflorar al revisar, entre otros textos, la propuesta contenida en la Ley para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Hablamos, como demuestra Ninoska Rodríguez, de la centralización de la gestión cultural que abre un abismo para su sostenibilidad.
Pero, ante la asfixia de encierro, el ser humano siempre hallará, cuando menos, rendijas. Como la esperanzadora promesa de conocimiento para el futuro que significa la disponibilidad de la biblioteca particular del maestro Simón Alberto Consalvi en la UCAB, sobre lo cual reseñamos acá palabras de Elías Pino Iturrieta. O las luces que se podrían prender a partir de la relación entre democracia y juventud que hace Betzhabet Melo Medina en su revisión de la Encuesta Nacional de Juventud 2021 de la UCAB. O la disertación sobre información, comunicación y buen gobierno que logra Fernando Spiritto.
Si bien Comunicación nos vuelve a presentar un menú bien balanceado para una lectura siempre nutritiva, por lo menos siete de los próximos textos se alinean en lo que puede constituir el plato fuerte de este número: la mirada comunicacional de la elección regional y municipal de 2021 en Venezuela y su sobrevenida repetición en el estado Barinas.
Ya lo concluyó la misión de observación de la Unión Europea: hay deficiencias estructurales en el sistema electoral y político venezolano; son asfixias que tienden a achicar ese acorralamiento. Pero hay, al mismo tiempo, oportunidades, logros y mejoras derivadas de esa elección en comparación con las anteriores; como puntos de entrada que, según se gestionen, pueden abrir candados de liberación. Bienvenida, entonces, la interrogante.
Al respecto, presentamos el estudio a cuatro manos de Edixela Burgos y Gustavo Hernández sobre cómo transcurrió la conversación electoral en la pajarera de Twitter, que hace parte del espacio púbico digital.
Parte sustantiva del “Dossier” lo toman el análisis de Félix Seijas sobre cómo llevar el juego de la política electoral a la política doméstica real; el significado que Enderson Sequera le atribuye al eslogan y a los elementos de campaña de la coalición electoral oficialista, a la postre ganadora de la cita del 21 de noviembre; y la revisión de las comunicaciones opositoras que hace Alejandro Armas en relación con la repetición barinesa y que, al término, nos hace también preguntarnos si lo que domina es la libertad de las abstracciones morales que planteó esa contienda regional, o si, por el contrario, se impone el acorralamiento de las necesidades materiales de bienes y servicios que azotan la Venezuela profunda.
Espacio Público nos comparte resultados de una investigación que vincula las nociones de libertad de expresión, participación y elecciones, a propósito de las regionales, mientras que Ysabel Viloria argumenta por qué la desinformación ha sido la otra gran ganadora del proceso comicial, en sintonía con el monitoreo de Daniel Pabón al tratamiento mediático de censura y pantallas distorsionadas que armaron el relato mediático electoral.
Si hablamos de censura, con el acorralamiento que ella conlleva, y con el desafío de liberación que al mismo tiempo supone, buenas guarniciones serán las conclusiones del Índice Chapultepec de Libertad de Expresión y de Prensa 2021, en la narrativa de Argelia Perozo y León Hernández, así como el recuento que levanta Raisa Urribarri por una década de restricciones a la libertad de expresión en Internet en Venezuela.
Así cerramos el conjunto de ensayos que le dan forma a esta nueva entrega de Comunicación, no sin antes ofrecer un adios a quien fuera uno de los que le dieron forma y vida a este proyecto de “comunicación para comunicadores”, como solía expresar nuestro querido José Ignacio Rey. José Ignacio se fue el 14 de enero de este año. Desde esta Comunicación le despedimos y para él este poema de Jakobus Cornelis Bloem –poeta holandés– que se titula In memoriam:
Caen la hojas en los canales amarillos;
Vuelven el otoño y el tiempo otoñal a la Tierra,
donde languidecen los oscuros corazones
de los vivos. Él ya nunca lo verá.
(…)
Y por siempre me quedó esto grabado:
cuánto más silenciosa es la muerte que el sueño;
que la vida es un milagro cotidiano
y cada despertar, una resurrección.
(…)
¿Qué nos queda de la pérdida prolongada
que es la vida? ¿Qué cosas que aún pueda desear?
Para él y para mí un otoño, que morir no puede:
Sol, niebla y silencio, y así por siempre jamás.
Como es costumbre en cada primer trimestre de la revista, presentamos el Índice general de artículos del año que dejamos atrás (2021). Y, finalmente, la “Galería de Papel” que ilustra estas páginas y que corresponde al joven fotógrafo Aaron Sosa (Caracas,1980), que actualmente reside en Montevideo, Uruguay.