Al finalizar el año 1997 y alcanzar el número cien de la revista COMUNICACIÓN, la ocasión fue propicia para tomar el pulso a la publicación, realizar una suerte de evaluación, y a la vez preguntarse sobre “la comunicación que vendrá”. Esa fecha marca el meridiano entre la etapa fundacional y la de madurez. El formato escogido fue el de un foro abierto en la sala de reuniones del Consejo de Redacción del Centro Gumilla. Participaron integrantes fundadores de la revista, José Ignacio Rey, Marcelino Bisbal, Jesús María Aguirre y un grupo de promisorios investigadores, hoy con una ruta consolidada en sus líneas de investigación académica y acción sociocultural, Gustavo Hernández, Carlos Guzmán, Andrés Cañizález, Elsa Pilato y Juan Manuel Matos. El periodista Ewald Sharfenberg coordinó y redactó el resultado de la sesión, que hoy puede encontrarse a texto pleno en la revista, como testimonio de un tiempo de juicios y promesas. La opinión última la tienen nuestros lectores del pasado y los seguidores actuales del presente digital. Seleccionamos solamente algunas intervenciones de quienes han estado desde su momento fundacional y han marcado el rumbo y las inflexiones en su devenir ya histórico de 45 años.
JOSÉ IGNACIO REY
[…] la revista ha pasado por varias etapas; en un principio, el perfil era muy definido, era una revista que nació con un carácter militante, en el mejor sentido de la palabra, como una opción por los más pobres de América Latina, comunicacionalmente hablando. Por supuesto, la militancia no está muy de moda. Sin embargo, yo creo que en aquella primera etapa había algo que no debiéramos perder. Porque esta no es una publicación desinteresada pues apuesta por aquello que llamábamos la liberación comunicacional de las grandes mayorías […] Resiento que haya dejado de ser una revista militante […]. La revista en algún momento quiso ser como una carta de presentación con intencionalidades políticas; eso no es viable hoy.
MARCELINO BISBAL
[…] si por militar entendemos la reunión de un grupo de personas con una línea de pensamiento uniforme, pues evidentemente esta no es una publicación de militantes. Yo creo que actualmente el pensamiento del equipo no fluye linealmente, sino en diversas direcciones, pero que coinciden en un objetivo final con el que la revista nació y continúa. Apostamos, en términos comunicacionales, a una opción democrática, donde todos los sujetos de nuestra sociedad tengan presencia, en términos de participación, lo más igual posible. Siento que esa es una opción militante que no se ha perdido. Obviamente, aquel equipo original que creó la revista fue creciendo, no solamente en edad sino también en su manera de pensar, y se fue adecuando a los tiempos sin olvidar ese objetivo final […]. Hay una segunda etapa donde la revista se abre, asume una serie de temáticas mucho más plurales, con diferentes ópticas […]. Creo que seguimos siendo militantes de la idea de la búsqueda de una democracia cultural y comunicacional, donde, en igualdad de posibilidades, todos tengan acceso a ella.
JESÚS MARÍA AGUIRRE
Yo añadiría que hoy por hoy no tenemos la claridad de entonces, ni desde el punto de vista político y menos desde el punto de vista comunicacional […]. Las condiciones tecnológicas nos van a obligar a concebir la publicación de otro modo. En estos momentos, cada vez tiene menos sentido una revista impresa. Pienso que la dinámica actual nos conduce a una versión electrónica. Hoy un investigador que requiere de una consulta de actualidad la hace a través de Internet. Allí hay una necesidad de redefinir el diseño de la revista, que de alguna manera obliga también a redefinir el posicionamiento […] Porque en lo ideológico, a mí me parece que la coyuntura planteada en un plazo de dos a tres años, no da para muchas claridades. En estos momentos no creo que sea posible trabajar sobre líneas políticas muy precisas, sino que uno está en posición de promover líneas de fuerza que van en una dirección dada.
Por nuestros 45 años
TIEMPO DE NUEVAS NARRATIVAS
A Ignacio Ibáñez
Francisco Tremontti
Epifanio Labrador
I
Quisiéramos tener la complicidad de nuestros lectores y que nos dieran el permiso de dedicar esta Presentación a los queridos compañeros Ignacio, Chisco y Epifanio, todos ellos fundadores de Comunicación, pues les hubiese encantado estar con nosotros celebrando los 45 años de la revista. Amigos ambos, vieron cómo dimos creación a un boletín, mimeografiado y con apenas treinta páginas. Tremontti y Labrador participaron de la aventura que hoy está cumpliendo casi el medio siglo. Una edad que en el ser humano no es tanta, pero que en una publicación temática y en el contexto venezolano es mucho, muchísimo
.
Arribamos con este nuevo número a un aniversario de Comunicación en tiempos extraños. Tiempos que no esperábamos, pero que hoy son toda una realidad. Realidad enrarecida por un virus, por la declaración de una pandemia a nivel mundial y por un retiro que ya lleva casi todo el año. Pues bien, el tiempo cambió y seguirá cambiando de aquí en adelante. Como ya nos lo han dicho diversos actores: ¡no hay marcha atrás¡ Nada será igual. En tal sentido la tarea que nos toca, de aquí en adelante, es aprender a leer estos tiempos que nos toca vivir y sacar de ellos lo mejor para el bien de todos. Estos momentos que está viviendo la humanidad entera nos hacen recordar aquellas palabras que pronunciara en 1982 Gabriel García Márquez cuando expresó que entiende lo que sucede,
[…] como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa suele ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.
Dicho esto, digamos entonces que la revista Comunicación está de cumpleaños. Que seguimos haciendo lo que hemos hecho en todos estos 192 números: escribir de comunicación y de comunicaciones, de cultura que es casi lo mismo que comunicación, y seguir intentando que la democratización de la comunicación y de la cultura sea una realidad […]. Esos son, han sido y seguirán siendo los prefacios de nuestra revista. Pues cada número que preparamos, discutimos y desarrollamos, hasta convertirse en publicación –hoy digital– es una introducción; apenas un prólogo. El epílogo lo ponen nuestros lectores, los que nos han seguido a lo largo de estos 45 años.
II
Ahora nos toca presentar esta nueva Comunicación que lleva por título: TIEMPO DE NUEVAS NARRATIVAS. Se trata de un número que nos ofrece como eje temático la eclosión de maneras nuevas, distintas a las que veníamos conociendo, de narrar y contar la realidad y lo que nos imaginamos. Este fenómeno no hace irrupción por lo que el planeta está atravesando con la presencia del COVID-19, se trata de un hecho que ya se venía dando en distintos campos y espacios de la cultura y la comunicación. En las últimas décadas hemos observado la emergencia y posicionamiento de nuevas narrativas que coexisten con formas tradicionales de contar sucesos, hilvanar relatos y conectarnos con el otro a través de historias verídicas o ficcionales que apelan a las emociones, la curiosidad y la necesidad de conocer y dejarnos sorprender. Los tiempos que corren han abierto rutas comunicacionales en las que las narrativas orales, escritas, visuales, digitales, transmedia y artísticas se hacen presentes, ofreciendo un abanico de amplias posibilidades.
Este número dedicado a los Tiempos de nuevas narrativas despliega ante el lector un elenco de formas discursivas y temáticas que nos sitúa en un escenario que es, en sí mismo, una invitación a explorar cómo concebimos, estructuramos y presentamos los relatos de una época caracterizada por grandes transformaciones en los modos de comunicarnos e interactuar, y en la manera de comunicar esos cambios y sus desafíos implícitos.
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla […]”, ha dicho Gabriel García Márquez, entremezclando recuerdos y relatos en una experiencia vital que define y moldea nuestra propia esencia. Nuestras vivencias nos constituyen y, a la vez, nos impregnamos de lo que otros han vivido. Somos protagonistas y testigos, autores y lectores, alternamos la primera y la tercera persona, lo individual y lo colectivo, la intimidad y lo público, mediante relatos que extienden puentes comunicantes, posibilitan el intercambio cultural y nos hacen vivir una y mil historias, la nuestra y la de otros.
La revista no abandona sus secciones habituales de Agenda Pública, Estudios, Hablemos y Documentos. Están allí para ofrecernos un conjunto de ensayos que dan cuenta de la realidad comunicacional del presente, no solo del país, sino también de otros contextos.
III
Todo el número ha sido ilustrado por el creador y coordinador de la Galería de Papel, el artista plástico Víctor Hugo Irazabal. Porque Irazabal es parte del equipo que nos ha acompañado en un buen trayecto de estos 45 años. Gracias, querido Víctor, a nombre de Comunicación, por el trabajo hecho, aún no concluido como una vez dijiste. Todavía nos queda mucho por hacer en nuestro querido y sentido país. Aquello que decías en 1996:
Carecemos de una filosofía propia que señale el camino y nos de presencia como continente ante el mundo, que nos identifique como marca, como una señal de identidad que se manifieste en todas las acciones que emprendamos en el amplio espectro social.
Rematabas diciendo que “[…] emprender esta tarea como totalidad, en las actuales circunstancias, es casi una utopía”. Ahora sí creo, querido Irazábal, que pronto será posible de hacer entre todos, como totalidad.
IV
Cuando la revista cumplió sus primeros treinta años de publicación, la nota periodística de Luis Carlos Díaz, recordaba esos treinta años con el poema Ítaca del poeta griego de Alejandría, Constantino Kavafis (1863-1933). Poema, como ya han dicho muchos críticos, que nos recuerda que “[…] el viaje es más importante que la meta”. Lo reproducimos completo en homenaje y celebración de los 45 años de Comunicación…
Itaca
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues –¡con qué placer y alegría!–
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
Bienvenidos entonces a estos nuestros 45 años de Comunicación…