Elvianys Díaz
SUMARIO
El Concurso Nacional de Periodismo del Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) se ha convertido en una referencia obligada, en nuestro contexto y fuera de él, para conocer cómo ha sido la evolución del periodismo de investigación en el país. Este artículo nos ofrece una revisión de los doce años de ese concurso y desde él podemos ver cómo el periodismo de investigación se ha adaptado a nuevos soportes y circunstancias.
Una revisión de los más de doce años de historia del Concurso Nacional de Periodismo del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS Venezuela) permite estudiar, como en una cartografía, la evolución del periodismo investigativo en el país. Durante esta trayectoria el premio ha sido testigo de los embates y cambios por los que ha pasado la prensa, desde las unidades de investigación en diarios tradicionales hasta el salto a la web con medios digitales independientes. Además, aporta una selección de reportajes que destacan por sus revelaciones y rigurosidad.
Desde su primera edición, en 2009, el concurso ha constituido una ventana para mostrar el periodismo de investigación venezolano; es la única premiación local especializada en este tipo de periodismo y su reconocimiento es sinónimo de altos estándares de calidad.
También es una ceremonia para homenajear a los reporteros que se esfuerzan en revelar lo que el poder se empeña en ocultar. Así lo expresó Marianela Balbi, directora ejecutiva de IPYS Venezuela, en el prólogo de Rastrilladores de estiércol, el libro que compila las investigaciones ganadoras entre 2009 y 2015: “Siempre vale la pena repetirlo: estamos premiando a los discípulos de aquellos pioneros, los muckrakers (rastrilladores de estiércol)”.
Revelando lo oculto
El periodismo de investigación, en su rol de escrutar y develar asuntos controvertidos para contribuir a la transparencia, la rendición de cuentas y la democracia, nunca ha sido tarea sencilla. Pero Venezuela eleva el reto, en un contexto en el que abundan limitaciones y vulneraciones a la libertad de expresión. De acuerdo con el Reporte anual 2021 publicado por IPYS Venezuela, el año pasado cerró con 249 casos en los que la institución constató 380 violaciones a la libre expresión e información.
Pese a las dificultades, los 35 reportajes de investigación que han sido premiados en las once ediciones que suma el Concurso Nacional de Periodismo de IPYS Venezuela son un ejemplo de que en el país se hacen investigaciones de calidad. En palabras del periodista español Antonio Rubio, presidente de la Asociación de Periodistas de Investigación de España y quien fue jurado de la octava edición del premio en 2018: “En Venezuela se hace periodismo vivo”.
El inicio: la importancia de incentivar el periodismo venezolano
Diseñar un concurso nacional de reportajes de investigación le ha permitido a IPYS Venezuela visibilizar temas nacionales e incentivar el ejercicio de esta práctica periodística en suelo criollo. De acuerdo con Marianela Balbi, el premio fue creado para impulsar la investigación periodística y el desarrollo de temas sólidos, de calidad, con altos estándares de exigencia que fuesen capaces de competir, por ejemplo, en la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (Colpin) que organiza cada año la organización hermana, IPYS Perú.
Este galardón encuentra su génesis en las iniciativas del periodista Ewald Scharfenberg, coeditor de Armando.Info, portal especializado en periodismo de investigación, y quien dirigió IPYS Venezuela entre 2006 y 2012. Scharfenberg tomó como referencia el foco en la difusión de la disciplina del periodismo de investigación que tenía el IPYS Perú y vislumbró la necesidad de que este tipo de periodismo fuese una línea para desarrollar en Venezuela.
Scharfenberg rememora esos inicios:
En el país había apenas una muy exigua tradición de periodismo investigativo, no siempre ceñida a los estándares internacionales de la disciplina. Así que por varios años preparamos un calendario intenso de charlas, talleres, conferencias nacionales e internacionales y convocatorias a proyectos. Pero, como todo músculo, esas enseñanzas podían atrofiarse si no se llevaban a la práctica. De modo que concebimos el premio para estimular tanto a medios como periodistas a llevar a cabo sobre el terreno coberturas investigativas que luego tuvieran valores suficientes para competir y ser evaluados por un jurado internacional.
La cruzada emprendida por IPYS Venezuela para la promoción del periodismo de investigación parece haber surtido efecto. Ewald Scharfenberg reflexiona al respecto: “Sobre el éxito de este esfuerzo resulta elocuente que, me atrevería a decir, de 2010 a 2020 el periodismo venezolano, junto al mexicano, probablemente haya sido el más galardonado en certámenes internacionales de periodismo de investigación en la región”.
El jurado: expertos rigurosos
Un destacado grupo de periodistas de investigación, venezolanos y extranjeros, ha acompañado la premiación que organiza cada año IPYS Venezuela. Para Balbi, el reto ha consistido en buscar miradas expertas, desde adentro y desde afuera de Venezuela, que aglutinen los criterios del concurso.
Más de un centenar de piezas periodísticas venezolanas han pasado por la rigurosa evaluación de avezados periodistas como Milagros Salazar, Ricardo Uceda y Gustavo Gorriti de Perú; Sandra Crucianelli, Daniel Santoro y Santiago Fascetto de Argentina; Giannina Segnini de Costa Rica; María Teresa Ronderos, Ginna Morelo, Catalina Lobo-Guerrero y Carlos Eduardo Huertas de Colombia; Carlos Dada de El Salvador; Ignacio Rodríguez Reyna y Mónica González de México; Carlos Fernando Chamorro de Nicaragua; Mónica Almeida de Ecuador; Mabel Rehnfeldt de Paraguay; Cristóbal Peña y Miguel Paz de Chile; Antonio Rubio, Ignacio Calle y Tomás Ocaña Urwitz de España.
Los periodistas venezolanos responsables de calificar los reportajes que se postulan al premio han sido: Emilia Díaz-Struck, David González, Boris Muñoz, Sergio Dahbar, Laura Helena Castillo, Tamoa Calzadilla, Laura Weffer, Alfredo Meza, Luz Mely Reyes, Sinar Alvarado, Cristina Marcano, Sandra Lafuente, Edmundo Bracho, César Batiz y Marianela Balbi.
“Es un honor poder evaluar el trabajo de colegas. Ver con más criterio la metodología, la estructura, el impacto”, dice César Batiz, director del medio digital El Pitazo, y quien fue jurado en la sexta edición del premio IPYS Venezuela en 2015.
Batiz, periodista de investigación y ganador del concurso en 2010, 2014 y 2020, señala que los principales criterios a evaluar en esta premiación son: la revelación, es decir, que el reportaje muestre algo que alguien quiere ocultar, la metodología, cómo se presentaron los hallazgos, la redacción, la novedad, la pertinencia del tema y el impacto.
César Batiz se detiene en el tópico del impacto para resaltar que en Venezuela, debido a la ausencia de poderes independientes, es complicado obtener respuestas de la Fiscalía y los entes encargados de ejercer la justicia. “El impacto y la capacidad de incidir son mínimos y nos pone en desventaja con respecto a otras investigaciones de Latinoamérica”.
La directora de IPYS Venezuela también lo explica de esta forma:
El objetivo de un reportaje de investigación es que lo que revela genere un cambio, mejore la vida de la gente, mejoren las políticas públicas, que los responsables tengan consecuencias por actos de corrupción. Ese es el impacto que se espera con una investigación, pero lamentablemente nosotros [en Venezuela] no podemos lograrlo porque tenemos una situación de descomposición de instituciones que no hacen su parte en este proceso.
Por su parte, la periodista de investigación Lisseth Boom, coordinadora de la Unidad de Investigación del portal Runrun.es, y ocho veces galardonada con el premio IPYS Venezuela, argumenta que a pesar de las dificultades no se puede perder de vista que el periodismo de investigación venezolano aporta un registro de los abusos de poder, la corrupción, el mal manejo de fondos públicos y la violación de derechos humanos.
Reportajes que han generado impacto en autoridades venezolanas
La investigación Entorno del ministro Farruco construye mausoleo del Libertador, de la periodista Lisseth Boom, publicada en el diario El Mundo, Economía y Negocios, se llevó el primer lugar en la tercera edición del Concurso Nacional de Periodismo de IPYS Venezuela en 2012. Pero también tuvo un impacto poco común en el gobierno venezolano: cuatro días después de su publicación, el 13 de marzo de 2011, el entonces presidente Hugo Chávez removió del cargo al ministro Francisco “Farruco” Sesto, quien se encargaba de la cartera de Cultura.
Boom se refiere a este reportaje con especial satisfacción, pero también rememora que fue censurado.
Este trabajo fue el primero que lanzamos cuando se unieron las unidades de investigación de Últimas Noticias (ÚN) y El Mundo, Economía y Negocios. Fue censurado en la Cadena Capriles porque Eleazar Díaz Rangel, que era el director de ÚN, se negó a publicarlo, entonces solamente salió en El Mundo. Tuvo un impacto impresionante y en la opinión pública fue muy discutido. Además, al cuarto día de la publicación el presidente Hugo Chávez, en una transmisión de Aló, Presidente, anunció que Farruco Sesto sería retirado del Ministerio de Cultura.
Otro trabajo que generó gran incidencia fue Uniformados y civiles dispararon en la Candelaria el 12F, de la hoy extinta Unidad de Investigación de Últimas Noticias. La investigación, que reconstruyó los hechos del 12 de febrero de 2014 a partir del análisis de una serie de fotografías y videos, logró desmontar la versión de la administración de Nicolás Maduro y reveló que quienes le dispararon al joven Bassil Dacosta, durante una manifestación civil contra el gobierno nacional, fueron agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
“El reportaje sobre el caso de Bassil generó una reacción. Maduro declaró que el Sebin había desobedecido la orden de acuartelamiento”, dice Batiz, quien formó parte del equipo periodístico junto a Tamoa Calzadilla, Laura Weffer, Lisseth Boom, Albinson Linares y Cristina González.
Esta investigación fue galardonada en 2014 con el primer lugar de la quinta edición del premio IPYS Venezuela y el Premio Gabo (Gabriel García Márquez) de la Fundación de Nuevo Periodismo Iberoamericano, mención Cobertura.
Uno de los trabajos periodísticos de mayor impacto ha sido la serie Detrás de los Clap, de los periodistas Roberto Deniz y Patricia Marcano de Armando.Info. Un compendio de reportajes cuya metodología les permitió revelar las identidades de los beneficiarios de la importación de alimentos a través del programa gubernamental Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), cómo idearon el negocio, cuánto dinero representa y la mala calidad de productos, como la leche en polvo.
El seriado fue galardonado con el primer lugar de la octava edición del premio de IPYS Venezuela, en 2018. Ese mismo año, recibió una mención honorífica del Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación Javier Valdez 2018, otorgado por el IPYS Perú.
Es importante resaltar que en octubre de 2018, tras la publicación de la serie completa Detrás de los Clap, las autoridades de Colombia y México iniciaron investigaciones contra el empresario colombiano Alex Saab, quien fue extraditado a Estados Unidos el 16 de octubre de 2021, país donde enfrenta un juicio por delitos de lavado de dinero. De hecho, los reportajes fueron claves para que la Procuraduría General de la República (PGR) de México desmantelara la red creada para vender alimentos mexicanos a sobreprecio y de mala calidad al gobierno de Venezuela.
Estos trabajos han sido objeto de censura y persecución a los periodistas por parte de las autoridades venezolanas. El 8 de septiembre de 2017, después de la publicación de la segunda parte de los reportajes, Alex Saab demandó a Ewald Scharfenberg, Alfredo Meza, Joseph Poliszuk y Roberto Deniz, por los presuntos delitos de “difamación agravada continuada” e “injuria agravada”. La demanda fue admitida por el Juzgado Undécimo de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, el 27 de septiembre de 2017, por lo que los periodistas decidieron irse de Venezuela, para evitar ser privados de libertad y continuar publicando las investigaciones.
El 30 de julio de 2018, la jueza Molina, del Juzgado Undécimo de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, atendiendo la solicitud de Saab, prohibió la salida del país de los cuatro reporteros: Ewald Scharfenberg, Alfredo Meza, Joseph Poliszuk y Roberto Deniz. En agosto de ese año Saab solicitó a través de sus abogados que un tribunal de juicio prohibiera a los periodistas de Armando.Info mencionarlo en sus investigaciones por considerar que esas historias afectaban su honor y reputación.
El 8 de septiembre de 2018, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), a través del Juzgado 11° en Caracas, envió un oficio a los periodistas de Armando.Info, donde les prohibió difundir información sobre Alex Nain Saab en medios de comunicación digitales.
A pesar de la judicialización del caso por parte del poder político, los reporteros han continuado con su trabajo periodístico. De hecho, la investigación Detrás de los CLAP: la expansión del negocio, de Roberto Deniz, Patricia Marcano y la periodista mexicana Claudia Solera, publicado en Armando.Info (con la colaboración del diario Excélsior, de México), recibió el segundo lugar del premio IPYS Venezuela en 2019.
Asimismo, la serie de reportajes ¿Necesitan lavar su reputación? Se alquilan diputados para tal fin y Siete países para siete diputados en defensa de Alex Saab, realizado por Roberto Deniz y publicado en Armando.Info, se llevó el primer lugar de la décima edición del concurso de IPYS Venezuela, en 2020. Esta investigación revela las relaciones irregulares del empresario colombiano vinculado con el gobierno venezolano, y explica cómo la corrupción alcanzó a diputados de la Asamblea Nacional (AN) de 2015.
Una cartografía del periodismo de investigación
El periodismo de investigación venezolano ha cambiado en la última década. Los espacios para publicar reportajes comenzaron a reducirse en 2013, cuando empezó a registrarse la escasez del papel prensa. Un año después, en 2014, fueron vendidos medios tradicionales como El Universal y Últimas Noticias (ÚN). Estos periódicos no solo cambiaron de dueños, sino también de líneas editoriales, lo que devino en la censura de trabajos de investigación y el desmantelamiento de las unidades de periodismo de investigación.
La alternativa fue la migración a espacios digitales, algunos de ellos conformados por periodistas que venían de unidades de investigación en medios tradicionales. El cambio de plataforma se reflejó con más énfasis en 2016, durante la séptima edición del premio IPYS Venezuela. En esta ceremonia, a diferencia de las premiaciones anteriores, la mayoría de los trabajos postulados provenían de medios digitales.
Marianela Balbi reflexiona sobre el tema y rememora que, durante la segunda edición del concurso IPYS Venezuela en 2010, cuando ella fue jurado, la premiación estaba clasificada en tres categorías: Medios Impresos, Radio e Internet y Multimedia. “Tuvimos que declarar desierta la categoría que tenía que ver con lo digital, lo multimedia, puesto que no se presentaban piezas con esas características”.
El premio ha sido testigo de cómo el periodismo ha ido cambiando de soporte: de los medios impresos, con las grandes unidades de periodismo de investigación, a las plataformas digitales que es donde efectivamente se están desarrollando los temas de periodismo de investigación en la actualidad.
Del lobo estepario a la manada
“Ya no es el trabajo del lobo estepario, enfrentando todo él solo. Ahora hay más trabajo colaborativo transnacional”, resalta César Batiz. Además, explica que el salto a los medios digitales incrementó en los reportajes la presencia de herramientas multimedia como infografías, visualización de datos, bases de datos, así como la innovación y la posibilidad de escribir historias en diferentes formatos.
Balbi también considera que un rasgo importante en la evolución del periodismo investigativo ha sido la conformación de los equipos periodísticos. “Ahora quienes ganan los premios son los equipos periodísticos, a veces muy amplios, con temas de muy largo aliento, seriados completos, integrales, y eso es algo que creo les ha dado un valor agregado a todas estas historias”.
Temas premiados
El concurso de IPYS Venezuela premia reportajes que destacan por revelaciones oportunas, metodologías sólidas y calidad narrativa. Durante las once ediciones que suma este galardón, se ha conformado una compilación de trabajos ganadores que sirven de ejemplo de cómo se hace este periodismo en el país. “Son referencia, también, para otras investigaciones, para informes internacionales que evalúan la situación del país en el área de derechos humanos, corrupción, salud, educación, temas que han tocado estos reportajes a lo largo de casi trece años de premio”, dice Lisseth Boom.
Las investigaciones premiadas revelan, por ejemplo, la realidad tras una supuesta cura para la COVID-19 promocionada por el Gobierno venezolano; la minería ilegal que destruye Canaima; el entramado de corrupción al que pertenecía un grupo de diputados de la Asamblea Nacional de 2015 y su relación irregular con un empresario vinculado con el gobierno de Nicolás Maduro; el fraude en la construcción de unos gimnasios verticales; lo que ocurre con la destrucción de los decomisos de droga por parte de funcionarios del Estado venezolano; la crisis del agua en Venezuela; sacan a la luz una estrategia sistemática de corrupción en un tema crucial para la sociedad como el alimentario; la participación del poder político en la ruta de explotación y tráfico del oro, entre otros temas.
Detrás de estos reportajes está el esfuerzo de periodistas y equipos periodísticos, quienes con rigor y ética hacen alianzas locales y transnacionales, construyen bases de datos para combatir la ausencia de datos públicos y se empeñan en revelar lo que el poder pretende mantener oculto. Ellos son: Joseph Poliszuk, César Bátiz, Lisseth Boom, Maye Primera, Fabiola Zerpa, David González, Laura Helena Castillo, Adriana Rivera, Franz Von Bergen, Roberto Déniz, Patricia Marcano, Lorena Meléndez, Johanna Osorio Herrera, Cristina González, Isayen Herrera, Valentina Oropeza, Ángel Alayón, Katherine Pennacchio, Edgar López, Julett Pineda, Ronna Rísquez, Yorman Guerrero y Jesús Alberto Yajure.
Abrir el compás a nuevas categorías
La décima primera entrega del premio IPYS Venezuela, en 2021, incluyó la categoría Cobertura. Previamente, en 2019, había debutado Fotoperiodismo. El objetivo es reconocer la cobertura de noticias en profundidad y el periodismo visual.
De acuerdo con Balbi, estas categorías responden a la necesidad de adaptar el premio a otras formas de hacer periodismo.
Queremos premiar el esfuerzo que han hecho los periodistas en Venezuela por unas coberturas muy completas, integrales, multimedia, que destacan unas situaciones muy complicadas de nuestro país. Por esa razón nosotros optamos por abrir esta categoría de Cobertura y darle igual importancia a ese trabajo de periodismo que trasciende el diarismo, el periodismo más plano y que busca justamente la calidad periodística.
Con respecto al Fotoperiodismo, explica que quieren darle importancia a un formato que permite un lenguaje gráfico de mucho impacto, a través del cual se pueden comprender realidades, temas concretos y que son apuestas creativas, periodísticas y estéticas.
Esto surge también por iniciativa del World Press Photo. En las dos ediciones que se han realizado en el país, ha sido IPYS Venezuela quien ha hecho el esfuerzo de mostrar esta gran exhibición de fotoperiodismo del mundo y quisimos hacer una versión nacional, local, para darle también relevancia a nuestros fotoperiodistas.
De cara a las próximas ediciones, Balbi enfatiza que el reto es estimular la participación de cada vez más periodistas, equipos periodísticos y medios. Pero también de más historias de periodismo realizado en las regiones venezolanas, de periodismo local, donde están ocurriendo hechos que los poderosos siempre quieren mantener ocultos.
Elvianys Díaz
Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Central de Venezuela (UCV). Periodista en IPYS Venezuela donde se desempeña como coordinadora de IPYSveLab.