AUTOR: Humberto Jaimes
Bien encauzados, los dispositivos, las redes y las plataformas contribuyen a construir experiencias de aprendizaje entretenidas, significativas y eficaces. Sin embargo, apoyarse en estas herramientas exige una reflexión previa sobre los objetivos, valores y contenidos asociados. Bajo estas premisas, el Centro de Investigación de la Comunicación (CIC) de la UCAB organizó las primeras jornadas de educación y tecnología, en las que setenta docentes y profesionales vinculados a la enseñanza tuvieron la oportunidad de actualizar sus conocimientos
Es un hecho que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) cada día ganan más tiempo y espacio en la vida cotidiana de las personas, al punto que para millones de seres humanos no es posible existir desconectados de las redes sociales o marcar distancia del polifacético teléfono inteligente.
Sí, la vida conectada crece a pasos agigantados en diversas esferas, aunque en la educación este proceso aún resulta lento, pues existe una clara brecha cultural entre el furor tecnológico que mueve a la muchachada de las generaciones milennials y centennials, y los sistemas educativos formales, incluyendo a su personal docente, quizás todavía tímidos respecto a la incorporación de las tecnologías al aula.
Es posible y necesario incorporar la tecnología al aula de clase, pero sin excluir la reflexión. Es por ello que el pasado 26 de julio se llevó a cabo la Primera Jornada de Educación Mediática y Tecnología: Edutic-2019, en la sede de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), cuyo objetivo fue “propiciar espacios de discusión sobre el campo de la Educación y Comunicación a fin de brindar a los participantes herramientas que les permitan hacer un uso consciente y creativo de los medios masivos y estas tecnologías”.
Este evento fue organizado por el Centro de Investigación de la Comunicación (CIC) de esta universidad, y contó con la participación de expertos de esta casa de estudios, de otras organizaciones, y unos setenta docentes y personas ligadas a la enseñanza.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del decano de la Facultad de Humanidades y Educación, José Francisco Juárez, quien destacó la importancia de reflexionar sobre el uso de las tecnologías en la educación y las implicaciones de ello.
En la primera parte del evento se desarrollaron ponencias de los profesores Jesús María Aguirre, así como Gustavo Hernández, catedráticos e investigadores con una larga experiencia en la materia, quienes disertaron sobre aspectos inherentes a la sociedad del conocimiento y los enormes retos que enfrentan tanto los educadores como los estudiantes, las familias y la sociedad en general. En la segunda parte de esta jornada se impartieron talleres relacionados con el uso de tecnologías y formatos audiovisuales en la enseñanza, a cargo de distinguidos expertos como Óscar Costero, Ricardo Tavares, José Javier Salas y Johana Pérez Daza.
Una reflexión previa y necesaria
La reflexión sobre la tecnología y la información es más que oportuna. Vivimos en un planeta en el que se produce información en cantidades casi inimaginables, un hábitat en el que se multiplican las plataformas tecnológicas a una tasa impresionante. Tal es el estado de la cuestión que algunos autores nos hablan de infósfera, comentó Aguirre, en su ponencia “Cambios en la producción social de información en la Sociedad del Conocimiento y retos para los educadores”.
Sin embargo, el veloz y voluminoso crecimiento en la producción de información y las plataformas de rigor arrastran elementos poco alentadores como es la proliferación de las denominadas fake news (“noticias falsas”), generadoras de desconfianza respecto a los medios de comunicación, las propias noticias, las instituciones y la sociedad.
Aguirre también hizo referencia a la hipercomplejización de este mundo de tanta información, redes y equipos, donde es impresionante la rapidización de los cambios tecnológicos, donde son habituales la obsolescencia planificada y otros fenómenos que implican un inmenso reto para el homo sapiens, incluso en la educación.
Las tecnologías son herramientas cuyo uso adecuado puede arrojar luces y grandes oportunidades en la educación, explicó el director del CIC, Gustavo Hernández, para quien el tema exige una reflexión previa, una actitud crítica así como evitar caer en el instrumentalismo. Hernández abordó este tema en su ponencia: “Mitos del aula sin muros”.
En este sentido, afirmó el catedrático: Parto de la idea de que sin reflexión pedagógica es imposible que el hecho educativo o la cotidianidad escolar, esté en sintonía con el desarrollo de una autonomía crítica y creativa. Es imprescindible descifrar el entorno sociocultural hoy más que nunca permeado por un mundo globalizado de multipantallas, televisión digital, telefonía móvil, computadoras y audio digital portátiles.
Dentro de esta reflexión, Hernández planteó que existe una serie de mitos, ficciones y mentiras en torno a la incorporación de la tecnología en la educación que interceden al pensar sobre esta opción. El tema ha sido objeto de reflexión por parte de reconocidos autores como José Martínez de Toda, considerado uno de los pioneros en el área, y a quien precisamente se dedicó Edutic 2019.
La tecnología, razona Hernández, no puede resolver problemas concretos como la falta de hábito por la lectura, la deserción y la violencia escolar; no puede sustituir aspectos como el carisma y la elocuencia de un docente y, a menudo, puede afectar la capacidad de concentración de los muchachos debido a la presencia de copiosos volúmenes de información y otros factores. Tampoco garantiza la interacción social de los muchachos con la familia, los amigos, los compañeros, construcción de significados. El secreto, insistió, está en el uso que se da a la herramienta y la reflexión previa.
Poco conocimiento en los docentes
La ponencia “La dimensión crítica en la educación para los medios” de José Martínez De Toda, comentada por la profesora Johanna Pérez Daza, planteó que en estudios realizados en localidades de España se pudo comprobar que los educadores de primaria no poseían una formación profunda en materia de uso de tecnologías en el aula: “los docentes poseen mayores conocimientos pedagógicos y disciplinares que tecnológicos, lo que conlleva a escasos conocimientos para la integración de las TIC en la labor docente”.
Sin embargo, este es un rasgo que se presenta en otros países, donde el sistema escolar, de hecho, ya presentaba carencias respecto a la puesta en práctica de métodos para que los niños vieran la televisión “de manera consciente y creativa”.
Martínez de Toda apuesta por una alfabetización de los educadores que les permita incorporar las TIC en la enseñanza, porque, de hecho, vivimos en un mundo donde existen las denominadas “infancias digitales”, integradas por niños que están muy familiarizados con el uso y consumo de estas tecnologías, por lo cual su ausencia en la enseñanza puede resultar paradójica.
El autor recordó que ya en 1974 Mc Luhan había dicho en “El aula sin muros”, que los medios tradicionales de comunicación (prensa, cine, radio y TV) eran instrumentos “auxiliares audiovisuales para la enseñanza”, lo que significa que no estamos ante un tema nuevo.
Enseñar con el apoyo de tecnologías de la información y la comunicación implica formar ciudadanos críticos, que tengan capacidad de reflexionar y cuestionar los contenidos que aparecen en los medios, las redes, sus objetivos, sus valores, enfatizó Martínez de Toda, para quien: … el problema no radica en que Internet y los medios de comunicación informen o desinformen más que la escuela o la familia. El reto de la escuela es incentivar el aprender a pensar y no dejarnos impresionar por cualquier tipo de información, fundada o no, veraz o no.
Imágenes, entretenimiento y acción
En los últimos años Ricardo Tavares Lourenco, licenciado en letras y magíster en Lingüística Aplicada, se ha volcado al estudio y uso de las redes sociales en la enseñanza. De hecho, siendo profesor de español, portugués y procesos editoriales en la UCAB, publicó un texto de gran éxito: La redacción en Internet (abediciones, UCAB, 2018).
Tavares expuso acerca del uso de Instagram, una plataforma de gran auge entre los usuarios donde se da prioridad al uso de imágenes, fotografías, diseños visuales y textos cortos. Tavares relató que existen diversas cuentas que han procurado apoyarse en estas plataformas para hacer que contenidos complejos en áreas como química, física, matemáticas, puedan ser transformados en contenidos más sencillos y más didácticos. El lenguaje visual, desde luego, es la clave. Igualmente recomendó el uso de textos breves, con contenidos precisos, alineados a la imagen y con las etiquetas respectivas. Es un reto tanto para los profesores como para los estudiantes.
José Javier Salas, director de la Escuela de Educación de la UCAB, expuso acerca de las plataformas que pueden usarse en el aula para mejorar el aprendizaje de la matemática, asignatura que tradicionalmente ha constituido un dolor de cabeza para jóvenes y adolescentes.
Salas, licenciado en educación mención Física y Matemática, señaló que herramientas como Kahoot, Thatquiz, Easel.ly, Genially, Stembyme y Google pueden ayudar a los jóvenes a experimentar un aprendizaje más entretenido, más visual, más emocionante, y a desarrollar cursos en los que se sienten más motivados e involucrados.
En su taller “Matemáticas y TIC”, el especialista señaló que los educadores tienen que activarse en la incorporación de las tecnologías a la enseñanza, sobre todo porque existen herramientas gratuitas que permiten desarrollar cursos presenciales, semi-presenciales y hasta remotos, que además admiten evaluaciones de manera rápida, incluso en tiempo real. Los muchachos, a su entender, se han mostrado entusiasmados y hasta han desarrollado una sana competencia cuando se trata de concursar en eventos donde hay que calcular, sumar o restar en el menor tiempo posible.
El presidente de la Fundación Wikimedia capítulo Venezuela y economista egresado de la UCAB, Oscar Costero, trató el uso de Wikipedia y herramientas afines en el campo de la educación.
Según Costero, Wikipedia ofrece interesantes posibilidades de aprendizaje bajo el concepto de trabajo colaborativo entre profesores y alumnos. Los profesores pueden sugerir a los estudiantes revisar, corregir y editar contenidos publicados en la denominada “enciclopedia de contenido libre”, que es elaborada en forma colaborativa desde cualquier rincón del planeta.
El principal reto de Wikipedia es la construcción de contenidos que no sean falsos, que tengan fuentes confiables, que realmente tengan utilidad, caso de la creación de perfiles sobre temas que quizás aún no estén en la enciclopedia o sea necesario completar y mejorar, indicó Costero.
El taller “Videocultura en el aula” estuvo a cargo de Johana Pérez Daza, investigadora del Centro de Investigación de la Comunicación y profesora de la UCAB. En este taller se abordaron las buenas prácticas comunicacionales a partir del uso de la imagen en los espacios formales e informales de la enseñanza. Se partió de una reflexión sobre las “buenas noticias” y “malas noticias”, pues muchas de ellas se expresan en imágenes y ocupan la atención diaria de la gente, de los jóvenes.
Al respecto, la experta dijo que “es importante comunicar lo positivo, las buenas noticias, especialmente en contextos complejos como el que vive Venezuela, donde a menudo se da prioridad a las malas noticias en la agenda mediática y el debate cotidiano”.
Pérez Daza señaló que: … se revisaron algunos ejemplos de buenas prácticas comunicacionales que fomentan el respeto al diferente, la solidaridad, la participación, la responsabilidad ciudadana. Estos ejemplos buscan constatar que efectivamente dentro de la cobertura mediática local y la realidad cercana sí existen buenas noticias.
En el taller se revisaron algunos formatos y se tomó en cuenta las necesidades de la audiencia. Respecto a este punto, Pérez Daza dijo que: … es importante aprender haciendo, utilizando los nuevos formatos, y lograr una conexión con las propias dinámicas cotidianas de los niños, jóvenes y adolescentes. Revisamos ejemplos aplicados desde la literatura, la cultura, la ciencia, la matemática, donde el uso de la imagen es preponderante para captar la atención de los estudiantes, motivarlos a que construyan ellos mismos buenas prácticas comunicacionales.
Pérez Daza también trató el uso de los memes en el aula de clase, opción que consideró “una experiencia significativa que puede resumir algún contenido y presentarlo a través del humor”.